La verdad de la milanesa: ¿cuál es el origen de nuestra comida favorita?
Es la elegida por grandes y chicos. De carne, de pollo, con puré o ensalada, napolitana o a caballo. En DiarioVeloz te contamos cómo nació el gran plato.
Por Nieves Otero
@nieves_otero
Son la comida favorita de todos, seguro que si ahora le preguntas a la gente que tenés alrededor tuyo, ¿cuál es su comida preferida? Más de uno te va a responder: milanesas.
Hoy son una comida clásica, se realiza en todas las casas y todos coincidimos en que "como las de mamá no hay". Hoy en DiarioVeloz te contamos "la verdad de la milanesa".
De carne o de pollo, al plato o en sándwich, con ensalada o puré, napolitana o a caballo: con ustedes, las milanesas, ¿Alguna vez te preguntaste cuál es el origen de esta comida? A continuación te lo contamos y te aseguro que te va a sorprender....
Las milanesas nacieron en el Barroco, en esa época todo estaba exagerado. Los lujos estaban potenciados y hechos para que las clases altas se muestren y sobresalgan. Como dice un gran poeta argentino, "el lujo es vulgaridad", por eso las familias de las dinastías empezaron a forrar todos sus objetos con oro, por si alguien aún no se había dado cuenta de su poder adquisitivo.
Oro en los muebles, oro en los marcos de los cuadros, oro en la vajilla, oro por doquier, y ¿qué producto de uso corriente faltaba bañar en metal? La comida. Bañar la comida en oro resultó reconfortante a la vista pero muy poco práctico, tanto por los costos como por el sabor.
Entonces, comenzaron a buscar ingredientes que imitaran al metal. Amarillo, dorado, brillante... Huevo batido mezclado con astillas de pan rallado para forrar las carnes da el color, y su posterior fritura en manteca o aceite, el brillo. Ya encontraron los europeos la forma de emular el oro y demostrar también con la comida su poderío.
Pero, como siempre, todo gran invento trae problemas. Austríacos e italianos dijeron ser los mentores del plato bautizado "Cotoletta alla milanesa" en Milán. La duda se despejó cuando encontraron una carta del Mariscal de Campo austríaco Radetzy, en la que se refería deslumbrado al plato. El general austríaco era conocido por sus luchas contra Napoleón y por ser quien propagó la receta de las milanesas por el territorio europeo.
La carta no dejaba dudas respecto al nacimiento del plato, ya que estaba fechada en 1855 y contaba como novedoso un preparado de carne apanada que realizaban especialmente las familias nobles de Milán para agasajar a sus invitados. Por lo que las milanesas son de origen italiano, más precisamente de Milán.
Claro, eran milanesas de Milán, (hasta la palabra lo dice) pero fue un militar austríaco quien las descubrió, las sacó del anonimato y se convirtió en embajador de la comida por toda Europa, haciendo conocida la receta y dejándola escrita por primera vez. De ahí deriva la confusión y la disputa entre ambos países. Inclusive, de este enredo surge la célebre frase "la verdad de la milanesa".
En el Río de la Plata, se cree que la comida fue traída por los inmigrantes en el siglo XX, aunque existe el antecedente de un plato llamado "Fritura a la Diva", muy similar a lo que hoy se conoce como milanesa, cuya receta salió publicada en el libro "Cocina Ecléctica", de Manuela Gorriti en 1890.
Hay casi tantas maneras de comer milanesas como personas... una de las más elegidas es la milanesa "napolitana", su historia es especial y merece un capítulo aparte, que dejaremos para la semana que viene.
Mis milanesas preferidas son las de pollo, con ajo y perejil en el huevo, bien doraditas y acompañadas con puré de papas y mayonesa. Ni el plato más elaborado, caro y gourmet del mundo puede contra eso.
Contanos vos ¿Cómo son tus milanesas favoritas?