La UBA, desafíos y reconocimientos
La Universidad de Buenos Aires ocupa, en el país, una posición clave en la formación de científicos y profesionales. Tanto por su accesibilidad cuanto por su calidad educativa, por su diversidad de oferta y por prestigio, esta institución pública mantiene sólidas raíces con las nuevas generaciones y sus egresados son reconocidos en el mercado laboral.
Pero también tiene la responsabilidad de promover cambios y mejoras requeridas para cumplir adecuadamente con su función.
En el Ranking de Marcas iEco, realizado en base a una investigación de la consultora I+E, cuyos datos fueron auditados por Deloitte, en el rubro universidad la UBA recibió una evaluación excelente, que pone de manifiesto las notas de confianza y fortaleza que estás asociadas a esta institución. Además, y conforme el programa de orientación vocacional porteño "Pensá en grande", en el cual se atendieron a más de 12.500 adolescentes, siete de cada diez de estos jóvenes señaló que eligirán a la UBA para continuar su formación.
Estos reconocimientos sociales son el resultado de una larga trayectoria, en la que se destacan sus premios Nobel en ciencias, la preservación de niveles de calidad razonables en contextos políticos y económicos complejos, y la defensa de la igualdad de oportunidades.
Pero, como lo ha reconocido el rector de la UBA, es necesario atender a sus problemas más urgentes, como los déficits de infraestructura. También se deben promover las carreras clave para el desarrollo y fortalecer la investigación, priorizando las dedicaciones docentes exclusivas.
Como fuera relevado por una investigación privada y un programa oficial, la UBA ocupa un lugar central en la formación de científicos y técnicos en nuestro medio.