La transparencia no se mancha
Las denuncias sobre irregularidades en las recientes elecciones primarias deben ser investigadas a fondo, para impedir que se repitan en los próximos comicios presidenciales y legislativos.
Sin poner en duda la amplia victoria obtenida por la presidenta Cristina Fernández en las recientes elecciones primarias abiertas y simultáneas, lo cierto es que a medida que pasan los días surgen nuevas evidencias de irregularidades cometidas en el escrutinio provisorio, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.
En algunas urnas, se detectaron gruesos errores en la elaboración de los telegramas finales sobre el resultado electoral; en otras, se incrementó de manera significativa el número de votos en blanco, de tal modo que se constituyó en la segunda fuerza en sufragios.
Es casi seguro que la tendencia no va a cambiar en los comicios presidenciales del 23 de octubre próximo, pero están en juego cosas tan importantes como si habrá o no segunda vuelta o la futura composición del Congreso Nacional y de varias legislaturas provinciales. Miembros de la oposición de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Nación plantearon sus reparos al juez federal de La Plata con competencia electoral.
El escrutinio provisorio está a cargo del Ministerio del Interior en el orden nacional, mientras que el oficial es de competencia de la Justicia Electoral. Y hubo casos en que las diferencias entre uno y otro resultado han sido muy grandes, aunque sin llegar a modificar los cómputos finales en cuanto al ganador de las elecciones primarias en los distintos niveles.
Hace unos años, hubo una situación que se hizo célebre en comicios regionales en Italia, en los que las encuestas a boca de urna proclamaron la victoria de una coalición; el escrutinio provisorio, el de otra fuerza, y el definitivo, el de una tercera agrupación. O sea que hubo tres resultados en menos de un día, hasta que el recuento definitivo proclamó a los reales vencedores.
También en Córdoba, en las polémicas elecciones para gobernador de 2007, el resultado final se conoció poco más de un mes después, luego de que la Justicia revisara acta por acta. Así, se planteó en nuestra provincia la necesidad de adoptar un nuevo sistema de votación, hasta que se llegó a la implantación de la boleta única de sufragio, que dio muy buenos resultados en los recientes comicios en Córdoba y Santa Fe.
En esta última, por ejemplo, el candidato Miguel del Sel ganó en muchas mesas donde no había fiscales de su lista, lo que confirma que una sola boleta con el nombre de todos los candidatos garantiza que el robo de votos en el cuarto oscuro no puede existir. Ésta es una de las irregularidades denunciadas en las últimas primarias.
Pero lo más importante es que el 23 de octubre no se votará sólo por el futuro presidente de la Nación, que podrá ser consagrado ese día o en una segunda vuelta, sino también la futura composición del Congreso Nacional, cuya relación de mayoría y minorías se puede definir por unos pocos votos.