Política
La trágica historia familiar que marcó la vida y la campaña de Joe Biden
Semanas después de haber sido elegido senador en 1972, murieron en un accidente automovilístico su primera mujer y su hija de 13 meses. Su hijo mayor murió a los 46 años de un cáncer cerebral. Su único hijo vivo luchó varios años contra las drogas.
Joe Biden, el demócrata que intentó tres veces ser presidente de los Estados Unidos y que finalmente lo logró este año al superar a Donald Trump, tiene una vida marcada por las tragedias familiares. Perdió a dos sus cuatros hijos y uno luchó durante varios años contra las drogas y fue acusado por corrupción.
Biden no muestra reparos en contar los episodios familiares que se fueron sucediendo a lo largo de su extensa carrera política. El presidente electo de los Estados Unidos, cuyo nombre completo es Joseph Robinette Biden Jr., creció en Scranton, Pensilvania, en una familia católica irlandesa cuyas dificultades económicas la llevaron a buscar mejor suerte en Delaware, en casa de los abuelos maternos, los Finnegan.
Superó la tartamudez que marcó su niñez -y que lo llevó en su carrera política a elegir no leer los discursos sino a aprendérselos de memoria-, pero no fue el único desafío que debió enfrentar a lo largo de su vida.
Su primer cargo político lo obtuvo en 1972, a los 29 años, apenas semanas antes de que su primera mujer, Neilia, y su hija Naomi, de 13 meses, murieran en un accidente automovilístico en diciembre de ese año. Los otros dos hijos del matrimonio, Bea y Hunter, sufrieron graves heridas, pero lograron salir adelante. Volvían de comprar el árbol de Navidad cuando un camión chocó el auto en el que viajaban.
Biden se replanteó en ese entonces si continuar con su carrera política, pero finalmente siguió el camino que lo terminaría catapultando a la Casa Blanca 48 años después. Juró por primera vez como senador en la habitación de hospital donde su hijo mayor estaba internado.
En marzo de 1975 conoció a su segunda mujer, Jill, y se casaron dos años después. En 1981 nació Ashley, hija de su segundo matrimonio. El veterano demócrata fue senador durante 36 años, hasta que Barak Obama lo convocó para que lo acompañara en la fórmula presidencial durante los dos períodos que duró su mandato.
En junio de 2015, su hijo Beau falleció como consecuencia un cáncer cerebral, glioblastoma, que le habían detectado dos años antes. El joven había formado parte de la Guardia Nacional a Irak y se había desempeñado como fiscal general del estado de Delaware por dos períodos.
La muerte de su hijo mayor, de 46 años, sucedió pocos días antes de que Trump lanzara la campaña que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos en 2016. Tras la pérdida de Beau, Biden desistió de presentarse como candidato para esas elecciones. “Cada mañana me levanto (...) y me pregunto: ¿Estaría orgulloso de mí?”, dijo este año en referencia a su hijo mayor.
En el libro Promise me, Dad (“Prométeme, papá”), publicado en noviembre de 2017, el exvicepresidente estadounidense recorrió los dos años que transcurrió junto a su hijo desde que le detectaron la enfermedad. “Una noche, cuando estaba claro que las probabilidades no eran buenas, Beau me pidió que me quedara en su casa después de cenar. Me dijo: ‘Papá, sé que me amas más que nadie en el mundo. Pero prométeme que estarás bien. Yo estaré bien, papá’", relató.
Y agregó: “Estaba cara a cara con la muerte. Me vio sufrir la pérdida de su madre y hermana. Y no quería que me encerrara en mí mismo. No quería que me rindiera ante la dureza de la vida” y no se rindió, ni siquiera cuando su hijo Hunter batalló contra las drogas.
Hunter fue denunciado por su exesposa por usar drogas y alcohol y frecuentar locales de striptease. Poco después fue expulsado de la reserva de la Fuerza Naval de EE.UU. luego de dar positivo en una prueba de uso de cocaína.
La caída en desgracia del hijo de Biden fue el eje de las críticas de Trump para socavar su figura política. Desde supuestos negocios turbios en Ucrania hasta hijos extramatrimoniales y semanas consumiendo crack fueron algunas de las acusaciones. Hunter terminó en un centro de rehabilitación.
En el cierre de la campaña, Jill Biden destacó la capacidad del elegido Presidente de los Estados Unidos: "Hará por tu familia lo que hizo por la nuestra: unirnos y completarnos”, afirmó la próxima primera dama.
Biden, con 77 años, será el presidente de mayor edad al frente de la Casa Blanca, el mismo que, a los 29 años entró al Senado como uno de los parlamentarios más jóvenes en la historia del país.
Biden no muestra reparos en contar los episodios familiares que se fueron sucediendo a lo largo de su extensa carrera política. El presidente electo de los Estados Unidos, cuyo nombre completo es Joseph Robinette Biden Jr., creció en Scranton, Pensilvania, en una familia católica irlandesa cuyas dificultades económicas la llevaron a buscar mejor suerte en Delaware, en casa de los abuelos maternos, los Finnegan.
Superó la tartamudez que marcó su niñez -y que lo llevó en su carrera política a elegir no leer los discursos sino a aprendérselos de memoria-, pero no fue el único desafío que debió enfrentar a lo largo de su vida.
Su primer cargo político lo obtuvo en 1972, a los 29 años, apenas semanas antes de que su primera mujer, Neilia, y su hija Naomi, de 13 meses, murieran en un accidente automovilístico en diciembre de ese año. Los otros dos hijos del matrimonio, Bea y Hunter, sufrieron graves heridas, pero lograron salir adelante. Volvían de comprar el árbol de Navidad cuando un camión chocó el auto en el que viajaban.
Biden se replanteó en ese entonces si continuar con su carrera política, pero finalmente siguió el camino que lo terminaría catapultando a la Casa Blanca 48 años después. Juró por primera vez como senador en la habitación de hospital donde su hijo mayor estaba internado.
En marzo de 1975 conoció a su segunda mujer, Jill, y se casaron dos años después. En 1981 nació Ashley, hija de su segundo matrimonio. El veterano demócrata fue senador durante 36 años, hasta que Barak Obama lo convocó para que lo acompañara en la fórmula presidencial durante los dos períodos que duró su mandato.
En junio de 2015, su hijo Beau falleció como consecuencia un cáncer cerebral, glioblastoma, que le habían detectado dos años antes. El joven había formado parte de la Guardia Nacional a Irak y se había desempeñado como fiscal general del estado de Delaware por dos períodos.
La muerte de su hijo mayor, de 46 años, sucedió pocos días antes de que Trump lanzara la campaña que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos en 2016. Tras la pérdida de Beau, Biden desistió de presentarse como candidato para esas elecciones. “Cada mañana me levanto (...) y me pregunto: ¿Estaría orgulloso de mí?”, dijo este año en referencia a su hijo mayor.
En el libro Promise me, Dad (“Prométeme, papá”), publicado en noviembre de 2017, el exvicepresidente estadounidense recorrió los dos años que transcurrió junto a su hijo desde que le detectaron la enfermedad. “Una noche, cuando estaba claro que las probabilidades no eran buenas, Beau me pidió que me quedara en su casa después de cenar. Me dijo: ‘Papá, sé que me amas más que nadie en el mundo. Pero prométeme que estarás bien. Yo estaré bien, papá’", relató.
Y agregó: “Estaba cara a cara con la muerte. Me vio sufrir la pérdida de su madre y hermana. Y no quería que me encerrara en mí mismo. No quería que me rindiera ante la dureza de la vida” y no se rindió, ni siquiera cuando su hijo Hunter batalló contra las drogas.
Hunter fue denunciado por su exesposa por usar drogas y alcohol y frecuentar locales de striptease. Poco después fue expulsado de la reserva de la Fuerza Naval de EE.UU. luego de dar positivo en una prueba de uso de cocaína.
La caída en desgracia del hijo de Biden fue el eje de las críticas de Trump para socavar su figura política. Desde supuestos negocios turbios en Ucrania hasta hijos extramatrimoniales y semanas consumiendo crack fueron algunas de las acusaciones. Hunter terminó en un centro de rehabilitación.
En el cierre de la campaña, Jill Biden destacó la capacidad del elegido Presidente de los Estados Unidos: "Hará por tu familia lo que hizo por la nuestra: unirnos y completarnos”, afirmó la próxima primera dama.
Biden, con 77 años, será el presidente de mayor edad al frente de la Casa Blanca, el mismo que, a los 29 años entró al Senado como uno de los parlamentarios más jóvenes en la historia del país.
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