La Tertulia, una ex mansión de Susana Giménez en Uruguay, se convertirá en un hotel de lujo para turismo cannábico
Uno de los nuevos dueños es el empresario y ex diputado nacional del PRO de Tucumán Facundo Garretón, que se mudó a Uruguay para dedicarse a la industria del cannabis.
La casa, de roca por fuera y revestida de madera por dentro, se mantendrá igual a como la dejó Susana Giménez, su anterior dueña. Pero sus seis habitaciones en suite, con vista al terreno rocoso y ondulado de Garzón, tendrán otra función que el de invitar amigos: serán los cuartos de un hotel boutique peculiar, único no solo en Uruguay sino en todo Latinoamérica.
Al igual que Bodega Garzón, ubicada a unos metros, La Tertulia se unirá al circuito turístico de la zona. Pero su atracción no será un recorrido vitivinícola -como es el caso del predio de la familia Bulgheroni-, sino un circuito cannábico.
“La idea es replicar el sistema de los viñedos de la ruta del vino de Mendoza, donde la gente puede ver todo el proceso de producción. Acá, van a poder ver desde la cosecha hasta el proceso de trimado y secado del cannabis -cuenta al diario La Nación el empresario argentino y ex diputado nacional del PRO Facundo Garretón, uno de los tres propietarios-. Después, van a poder tener distintas actividades, desde masajes con crema de cannabis hasta una experiencia gastronómica. La idea es tener chefs especializados en comida cannábica, tanto con CBD -el componente no psicoactivo que prima en el cannabis medicinal- hasta con THC -el componente psicoactivo que prevalece en el cannabis de uso recreativo-”.
Parte del proyecto ya está listo, pero, de todas formas, no estará habilitado durante esta temporada debido a una cuestión legal. “Estamos esperando que el gobierno regule el turismo cannábico para poder operar y seguir invirtiendo en el desarrollo de este proyecto”, dice Garretón. Actualmente, Uruguay es el único país de América Latina que regula el uso del THC. En el país, hay tres maneras de consumir legalmente marihuana: comprando cogollos en una farmacia, teniendo hasta un máximo de seis plantas la residencia particular o asociándose a un club cannábico. Pero estas opciones solo están habilitadas para los uruguayos y residentes, y no para los turistas.
“Eso estaría por cambiar. Estamos esperando la regulación del turismo cannábico, que seguramente se concrete el año que viene”, explica. Garretón anticipa que la proyección es positiva: tanto el oficialismo como el frente amplio están interesados en tratar el tema, que todavía carece de aprobación legislativa.
Hasta que no haya novedades sobre el tema, él y sus dos socios, los empresarios uruguayos Andrea Krell y Kevin Nafte, no van a seguir invirtiendo en el proyecto. “La casa está lista, pero parte del hotel todavía no se armó. Muchas de las inversiones que queremos hacer dependen de esta regulación”, explica el argentino. La idea, una vez que se obtenga el permiso, es colocar domos, pequeñas habitaciones de estilo Glamping, a lo largo de la propiedad, sobre el arroyo y en medio de los cultivos, que comenzaron a plantarse esta semana. La empresa que une a los tres dueños de La Tertulia, Yvy life sciences, es la primera de Uruguay en obtener permiso para plantar tanto CBD como THC.
El nuevo proyecto de Garretón, radicado en Garzón, busca atraer, fundamentalmente, a visitantes extranjeros. La Tertulia está lejos de las grandes multitudes que cada verano se instalan en Punta del Este y José Ignacio. Pero, por otro lado, explica Garretón, está dentro de un nuevo circuito turístico, que comienza a tomar preponderancia: el que recorre desde Bodega Garzón hasta el pueblo Garzón, donde Francis Mallmann tiene su emblemático restaurante. “Nosotros estamos en medio de los dos. El pueblo Garzón se está poniendo de moda. Ahora, hay un evento de arte al que viene gente de todas partes del mundo” dice el empresario.
“Elegimos Garzón porque el lugar es soñado. Entendemos al cannabis ni como recreativo ni como medicinal, sino como una planta que produce bienestar. Por eso, el hotel boutique está pensado como un centro de bienestar, con spa y mucho contacto con la naturaleza”, dice. Y vuelve a repetir: “Igual, todavía estamos esperando la regulación del turismo cannábico”.
Según afirma, son varios los empresarios interesados en la modificación de la ley vigente de consumo de cannabis. “Ya hay varios proyectos de turismo cannábico que están esperando la regulación. Hay en La Barra, en el campo. Somos varios los que queremos empezar a invertir fuerte en esta industria”, dice.
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