La telenovela privada de Andrea Del Boca, Lucía Galán y Ricardo Biasotti: una fiesta, una noche de pasión y dos enemigas íntimas
La historia previa al nacimiento de la hija de Andrea del Boca cobra otra connotación en perspectiva, y devela intrigas propias de un culebrón como los que protagonizaba la actriz.
Todo empezó un sábado a la noche. Corrían los últimos días del mes de marzo del año 2000. Era una fiesta en la casa de la anfitriona; la cantante Manuela Bravo. Cinco amigas solteras tenían una expectativa -moderada en algunos casos, más importante en otros- acerca de un un grupo de "solteros" que estaría allí esa velada y al que le habían hecho cierta fama.
Uno de ellos era un hombre llamado Ricardo Biasotti, que asistió junto a dos amigos más. En ese grupo de chicas inseparables, hasta esa noche, se destacaban tres famosas: la propia anfitriona, la cantante Lucía Galán y la actriz Andrea del Boca. Junto a ellas, otras dos amigas que no eran del medio. Con el tiempo se distanciaron y nunca más se reconciliaron, pese a que Lucía y Andrea compartieron una foto "por la paz" en una entrega de premios Martín Fierro. Pero sólo para las cámaras.
¿Hubo traición? Solo ellas lo saben porque conocen la historia completa, pero algo se disparó esa noche. Tres meses después de lo sucedido en esa fiesta, tomaría estado público en televisión una noticia enorme para el mundo del espectáculo: Andrea del Boca, la "niña prodigio" que creció en la tele, estaba embarazada. La actriz visitaba el programa de Mirtha Legrand el 20 de junio de ese mismo año para promocionar el estreno de su película Apariencias, que acababa de filmar con Adrián Suar, cuando la conductora de los clásicos almuerzos le preguntó sobre el rumor, que tiempo después se confirmó.
Los testigos de la ocasión lo cuentan así: Manuela (Bravo), Lucía (Galán) y Andrea (del Boca) eran íntimas amigas. Inclusive mucho más aún la cantante de dúo Pimpinela y la actriz de telenovelas, quienes vivían, en el barrio de Belgrano, en edificios enfrentados sobre la calle Virrey Loreto. Sus encuentros eran frecuentes y compartían mucho tiempo juntas.
Lucía acababa de separarse del padre de su hija y estaba en pleno duelo. Aunque estaba dispuesta a iniciar una nueva relación amorosa, le parecía demasiado pronto para volver a intentarlo o trascender en los medios con una foto al lado de un "candidato". Lo cierto es que Biasotti estaba en la casa de Manuela invitado a esa fiesta, y sabía que le iban a presentar al grupo de amigas. Las malas lenguas dijeron que el hombre en cuestión se "interesó" por la hermana de Joaquín Galán, pero que ella decidió apartarse del grupo, ubicándose lejos del hombre que la pretendía. Entonces, Biasotti emprendió una animada charla con Andrea del Boca, con quien compartieron muchas cosas en común. En el caso de él, habría hecho saber su intención "de ser padre" en algún momento.
Después de ese primer contacto, llegaron más encuentros entre ellos, a pesar de que el núcleo más íntimo asegura que el enganche fue tal que pasaron la noche juntos. Ella, una actriz de enorme popularidad, famosa en muchísimos países del mundo, y él, ignoto hombre que había tenido relaciones circunstanciales, pero... ¿qué pasó en el medio?.
Por algún motivo la relación no funcionó. Cuando Del Boca fue sorprendida por la pregunta de Mirtha Legrand sobre su embarazo, la relación sentimental con el futuro padre de su hija ya casi no existía. "Andreita, te voy a hacer una pregunta, me la contestás por sí o por no.... ¿Es cierto que estás esperando un bebé?", disparó la diva.
La cara de la artista se transformó. Dudó medio segundo y su respuesta llegó, sin ocultar la rabia por el momento "en vivo" que estaba pasando: "No, no". Pero Mirtha insistió: "¿No?... Lo dijeron anoche por radio, que estabas embarazada, de dos meses y medio".
Andrea se mantuvo firme, a pesar de la incomodidad que le representaba hablar de ese tema y con mucho fastidio sostuvo: "Mirá vos... ¡qué suerte! Bueno, gracias por decírmelo". Mientras, La Chiqui la abrazaba, Del Boca decía: "Qué lindo que no se enteren por mí, sino por Mirtha, pero mirá que bien".
En 2004 volvieron a amigarse y la actriz nuevamente visitó, a solas, su programa. "Ella es una encantadora actriz que por una diferencia pasaron años sin vernos", fueron las palabras que utilizó Mirtha para presentar ese día a Del Boca. "Me sorprendió la pregunta y no supe qué contestar porque estaba en un momento personal muy complicado", reveló la invitada en ese encuentro.
El resto de la historia es pública. Infinitas instancias judiciales, permisos, rechazos, vida de padres separados para una niña que a los nueve años no quiso ver más a su papá, y que ahora, al cumplir sus 18, contó en una revista que nunca se sintió querida por él.
En los últimos días, Lucía Galán aclaró que no salió con Biasotti, aunque sus amigas dicen lo contrario. "Lo ví dos veces en mi vida", asegura. Pero ella y Andrea se distanciaron definitivamente. Y lo mismo ocurrió con la relación entre la actriz y Manuela Bravo.
La historia que -como si se tratara de uno de los clásicos culebrones de Del Boca- tiene intrigas, romances truncos y fortuitos, heroínas, villanos y personajes de reparto. Quién ocupa qué lugar en el argumento, queda a criterio del lector.