La supuesta amante de Alfonsín al descubierto
Revelamos el origen mediático de Leevon Kennedy y su turbio pasado con el ex presidente de la Nación que sucedió a la Junta Militar.
Del mismo modo que, en el transcurso de más de una década, ha ido agregando a su fantástico historial amoroso figuras conocidas (Indio Solari, David Bowie, Palito Ortega), ahora le tocó el turno a alguien que difícilmente pueda desmentirla.
Si Alfonsín estuviese con vida, tampoco se tomaría el trabajo de hacerlo puesto que esta mujer nunca fue creíble -cosa que ella misma reconoce- y su mayor aporte fue la ola de carcajadas que siempre generó con sus apariciones televisivas.
Yo fui testigo
Gracias a la existencia de un programa llamado "Memoria", nunca mejor ese nombre, tuve el privilegio de disfrutar del nacimiento "frankensteiniano" y mediático de Leevon Kennedy.
Corría el año 2000 cuando me encontraba en uno de los estudios de Azul TV (Canal 9) mientras se emitía el programa conducido por Chiche Gelblung. Antes del final hizo su aparición Leevon Kennedy, traída en limousine y presentándose como hija de Marilyn Monroe y John Fitzgerald Kennedy. También decía que era vidente e intentaría demostrarlo mediante la adivinación del contenido de un sobre que le entregó una persona esa misma noche.
Al otro día y en mi ausencia, Leevon volvió dispuesta al canal para mantener alto el rating y captar potenciales clientes para su consultorio. Igual estuve atento y grabé el programa para ver qué hacía este personaje tan extravagante. Fue muy divertido observarla simular sus "poderes extrasensoriales" y percibir con exactitud un número de cinco cifras, un nombre y una región que fueron escritos en un papel guardado en el sobre la noche anterior.
Para que este gran fraude no quedara impune, me permitieron desenmascarar a la pitonisa y, de ahí en más, sus presuntas capacidades paranormales se desvanecieron y su indemostrable autobiografía siempre fue tomada con sorna.
De igual manera debieran ser tomadas sus últimas afirmaciones con respecto al romance con Raúl Alfonsín. Y suscribo lo que decía mi abuelita: "cuando te visite la decadencia, es mejor que te encuentre con la boca cerrada".