La situación de las nenas de Dennis Burns y Ana Alianelli: ¿Cómo es la vida con su padre?
Victoria y Sophia quedaron en el medio de un litigio judicial entre sus padres. Burns contó en exclusiva a DiarioVeloz cómo están sus hijas.
El caso de Ana Alianelli sigue dando que hablar. La batalla judicial entre la mujer argentina y Dennis Burns es uno de los casos más importantes del país, principalmente por cómo quedaron expuestas las hijas, de 8 y 6 años, en el medio de la disputa entre sus padres.
DiarioVeloz charló en exclusiva con Burns y el padre contó en detalle sobre la vida de las nenas en Colorado y sobre los recursos de Ana para ver a las chicas. Agregó que él no quiere cortar el vínculo de las nenas con la madre y que la situación de la mujer argentina es crítica, ya que podría ir a la cárcel por secuestro de las menores.
Mediante una carta, Burns explicó a este medio la nueva vida de las nenas y desmiente las versiones de Alianelli:
"Victoria y Sophia la están pasando genial en Colorado. Se están adaptando bien a su nueva vida. Cuentan con seguro médico y se están alimentando bien.
Estamos viviendo en una mansión valuada en 8 millones de dólares. Está en la cima de una montaña, tiene vistas increíbles y es una de las casas más lindas de este lugar. Un buen amigo mío nos la ha prestado hasta que nuestro nuevo departamento esté listo, que será muy pronto.
Las chicas están estudiando desde casa. Aprovechamos el tiempo para explorar esta zona de montañas, conocer acerca de la naturaleza y las diferentes especies animales que habitan Colorado.
Están felices de por fin poder pasar tiempo con su padre desde la separación forzosa que les impuso Ana hace varios años, fue muy duro para ellas. Como cualquier persona racional puede imaginarse, tiene que haber un tiempo de adaptación conmigo y mi familia luego de que Ana cortara todo lazo y comunicación con nosotros por tanto tiempo.
Especialistas en secuestros del Centro Nacional de niños perdidos de los EEUU que fueron convocados especialmente para colaborar con este caso, me dijeron que las niñas necesitan de un tiempo importante conmigo y mi familia para adaptarse luego de este secuestro y el corte de relaciones que sufrimos durante estos años.
Ana no ha permitido contacto alguno incluyendo Skype desde hace 18 meses, esto fue una violación de las instrucciones de la Jueza Velázquez en la Argentina que dispuso 3 conversaciones via Skype por semana.
Ana no está siendo separada de la vida de las niñas. Actualmente cuenta con 2 llamadas telefónicas diarias y puede tener la cantidad de visitas supervisadas que desee con las niñas. Sí, es cierto que tiene que pagar esa supervisión, pero Ana rompió una ley muy importante al secuestrarlas y es considerada por la justicia como un riesgo de fuga permanente, al decirle a los medios argentinos que va a regresar a Argentina con las niñas, desafiando lo dispuesto por la Corte Suprema de Justicia Argentina, la Corte Internacional de La Haya y los juzgados de los EEUU.
Ella podría estar ahora en prisión si levanto cargos en su contra. En lugar de eso, tiene la posibilidad de estas visitas supervisadas. Esto no es nada comparado con el destino que tienen en prisión otros padres que han secuestrado a sus hijos.
Si la versión de Ana es que yo abusé físicamente de ella y todos están molestos por esa posibilidad, bueno, han sido engañados por esta mentirosa y adjunto prueba de ello, de la boca de Ana.
Quizás esta evidencia les permita dejar de perder su valioso tiempo en esta mentirosa y seguir adelante, sabiendo que las niñas ahora viven donde tienen que hacerlo en uno de los lugares más lindos del mundo, con los mejores colegios de Colorado y el mejor estilo de vida que este país puede ofrecerles.
Su madre, podrá volver a establecer un vínculo con las niñas, en la medida que los excelentes profesionales que nos asisten ayuden a que las niñas vuelvan a entender la identidad de ambas familias, la de Ana y la mía.
Ana acordó con estos terapeutas que las niñas necesitan tiempo con mi familia, sin embargo vuelve a mentir diciendo que la estamos arrancando de la vida de las niñas. Ella conoce el protocolo del programa que están siguiendo, y su vínculo con ellas irá creciendo con el correr del tiempo.
Los niños secuestrados requieren de una terapia especial, y estos terapeutas que nos asisten, los mejores en los Estados Unidos, están haciendo lo que es mejor para las niñas, para que en el largo plazo, todos estemos bien, incluida Ana.