DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

La selva, los indios, los barcos, el papelón y el origen

Alberto vuelve al pasado y ahí también pierde.


El presente es una larga fila de palomas sobre 
un cable de luz que se nos incrusta en la cara 
y nos deja los ojos en compota.

La cola de vacunación da vueltas sobre el 
país que se volvió loco y que tiene que 
pensar todos los días qué 
juego de cubiertos de la abuela empeñar.

Aunque cambiemos la velocidad del audio de 
WhatsApp para que todo pase más 
rápido hay algo que no se va.

La historia de Argentina es la 
historia del punto de vista:
El comercio cierra para siempre
a la misma hora que el avión 
aterriza con más vacunas.


Las verdades sociales y
los relatos del Estado,
una tenencia compartida 
que cría hijos que no saben 
que poster colgar.

El país se duerme parado y cabecea 
el vidrio estallado de la oposición. 

Una época también es la medida de lo que se sueña
y a esta noche la maneja el bruxismo. 
Una nueva pedagogía moderna: 
Morder y perder.

El IFE, ese exnovio molesto que no se puede photoshopear 
del último casamiento vuelve en los zócalos de TV y en los despachos de los intendentes más pobres porque no se 
puede hablarle de BITCOIN a un desesperado.

Un humorista del prime time jura que los 
incas eran mejores que los peronistas. 
En Crónica sacan en carretilla a un okupa atrincherado en un baño.
 
El chiste se rompe a metros de la guerra por el suelo.

Pero los dos cuentan lo mismo.

Tener derecho es tener razón cuando la 
mayoría anda con el alma en la cara. 

El país abre, pero no por las curvas: 
Nada se puede organizar en contra de las costumbres.

Todas nuestras pupilas están en el ring
peleando contra imágenes de algo que no termina.

¿Y ahora qué? 

¿Qué más?

Las tragedias se sacuden del cuerpo cuando 
tomas más aire que el rival.

Hay luz. Alguien nos espera.

Volvamos al rincón.

Dejá tu comentario