La salud del automovilista
Numerosos accidentes de tránsito no tienen aparente explicación aunque se sospecha de dolencias psicofísicas.
Los investigadores de accidentes automovilísticos, que aumentan hasta llegar al tope de las estadísticas de causales de muerte en nuestro país, y suman miles de heridos graves al año, además de cuantiosas pérdidas materiales, están observando el comportamiento humano como factor predominante.
Si se tiene en cuenta que el parque automotor argentino está integrado en gran mayoría por vehículos modernos, dotados de gran confiabilidad mecánica y elementos de seguridad, las miradas apuntan a la pésima infraestructura vial y, en particular, a la salud de los conductores. Existen demasiadas coincidencias como para no centrar las exigencias en el otorgamiento de licencias de conducir, de manera de optimizar el control médico cuando se las otorga por primera vez junto con la evaluación de la capacidad conductiva del interesado.
Es así que en San Juan preocupa el gran número de accidentes de tránsito que serían consecuencia de descompensaciones o desvanecimientos que sufren los conductores. En la última semana hubo dos hechos lamentables originados presuntamente por problemas de salud, uno de ellos en Pocito, donde perdió la vida una mujer; y el otro en el distrito Las Casuarinas, de 25 de Mayo, en el que el conductor quedó en estado crítico, tras embestir de atrás a un camión.
En lo que va del año, varios siniestros viales registrados en nuestra provincia se han producido sin causas aparentes, con vehículos que sin ningún motivo se cruzaron de carril, siguiendo trayectorias inexplicables, o colisionaron con rodados estacionados. Pocas veces se investiga la posibilidad de que el conductor haya sufrido un desmayo o algún otro problema físico, prestándosele mayor interés a los posibles desperfectos mecánicos o a la imprudencia.
Si bien Emicar como otorgante, exige una extensa declaración jurada sobre el estado de salud de los solicitantes de licencia, además de sus propios exámenes oftalmológico y clínico, los estudios psicofísicos deberían ser más exhaustivos. Con la informática actual y la posibilidad de cruzar datos con clínicas y centros de salud, es fácil establecer bancos de datos sobre historias clínicas y hacer un seguimiento de las personas en condiciones de guiar vehículos, a medida que transcurre el envejecimiento natural de los conductores.
Si se tiene en cuenta que el parque automotor argentino está integrado en gran mayoría por vehículos modernos, dotados de gran confiabilidad mecánica y elementos de seguridad, las miradas apuntan a la pésima infraestructura vial y, en particular, a la salud de los conductores. Existen demasiadas coincidencias como para no centrar las exigencias en el otorgamiento de licencias de conducir, de manera de optimizar el control médico cuando se las otorga por primera vez junto con la evaluación de la capacidad conductiva del interesado.
Es así que en San Juan preocupa el gran número de accidentes de tránsito que serían consecuencia de descompensaciones o desvanecimientos que sufren los conductores. En la última semana hubo dos hechos lamentables originados presuntamente por problemas de salud, uno de ellos en Pocito, donde perdió la vida una mujer; y el otro en el distrito Las Casuarinas, de 25 de Mayo, en el que el conductor quedó en estado crítico, tras embestir de atrás a un camión.
En lo que va del año, varios siniestros viales registrados en nuestra provincia se han producido sin causas aparentes, con vehículos que sin ningún motivo se cruzaron de carril, siguiendo trayectorias inexplicables, o colisionaron con rodados estacionados. Pocas veces se investiga la posibilidad de que el conductor haya sufrido un desmayo o algún otro problema físico, prestándosele mayor interés a los posibles desperfectos mecánicos o a la imprudencia.
Si bien Emicar como otorgante, exige una extensa declaración jurada sobre el estado de salud de los solicitantes de licencia, además de sus propios exámenes oftalmológico y clínico, los estudios psicofísicos deberían ser más exhaustivos. Con la informática actual y la posibilidad de cruzar datos con clínicas y centros de salud, es fácil establecer bancos de datos sobre historias clínicas y hacer un seguimiento de las personas en condiciones de guiar vehículos, a medida que transcurre el envejecimiento natural de los conductores.