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La revelación de la psicóloga que atendió al femicida que se cree gato: “Dijo que tuvo relaciones con su madre”

La profesional que atiende diariamente al femicida Gil Pereg, más conocido como el “hombre gato”, aclaró que los dichos “pueden ser parte de la construcción del delirio”.

La psicóloga que trata a Gilad Gil Pereg (más conocido como “el hombre gato”) en el Hospital El Sauce, contó detalles escalofriantes de las sesiones que mantuvo con el israelí de 41 años que está acusado de matar a su madre Phirya Saroussy (63) y a su tía, Lily Pereg (54), en enero del 2019.

En el marco del juicio por jurado que busca determinar la imputabilidad del femicida, la especialista identificada como María Jimena Rivas reveló que el asesino le dijo que “tuvo relaciones con su madre”. No obstante, aclaró que los dichos “pueden ser parte de la construcción del delirio”.

“Lo que él dice es haber tenido relaciones sexuales con su madre unas 5 veces, pero que no pueden tener hijos, con lo que asisten a una clínica de fertilización. Allí es cuando su madre lo lleva a un psiquiátrico y él se siente traicionado por ella”, detalló la especialista.

Al respecto, Rivas aseguró que desde Israel no le brindaron ningún tipo de información y explicó que debieron “rearmar su historia a partir de la técnica de anamnesis, que es un método científico”.

Durante su relato, la profesional repasó la vida del imputado y aseguró que, posiblemente, pudo “no haber sido consciente de sus actos”.

En ese sentido, subrayó que Pereg padece de parafrenia, es decir “un trastorno delirante crónico que consiste en un delirio generalizado” y es irreversible.

“Es una psicosis que puede producir inimputabilidad. Con tratamiento de por vida puede estar estable, pero es un delirio irreversible. No es normal”, aseguró Rivas, según publicó Los Andes.

Asimismo, precisó que el femicida “tiene una estructura psicótica que puede alterar por momentos el juicio de la realidad”.

Según detalló, María Jimena Rivas atiende al imputado en el Hospital Psiquiátrico El Sauce donde está alojado. Sus encuentros son de lunes a viernes y duran entre una y dos horas diarias.

En este marco, recalcó que “si le tocan los núcleos delirantes, él puede responder de manera violenta”. Además, dio detalles de su infancia e indicó que “su desarrollo infantil no fue normal”.

Al respecto, argumentó que a los 8 años “estaba encerrado, solamente estudiaba y sólo confiaba en sus abuelos maternos y su mamá”, ya que “eran los únicos vínculos con los que se sentía protegido”.

“Luego, a los 12, él leía un libro y chequeaba varias veces para ver si había comprendido. Ya eran rasgos obsesivos, acompañados con una falta de integración social. Dice que dormía en la habitación de su mamá, y registraba a sus abuelos, pero no consideraba que tuviera hermanos”, se explayó.

Los cuerpos sin vida de las israelíes Phyria Saroussy (63), y Lily Pereg (54) fueron hallados enterrados en un predio propiedad de Pereg, ubicado en calle Julio Argentino Roca 6079, de Guaymallén.

Fue Pereg, que se hacía llamar “Nicolás”, quien denunció las desapariciones ante la policía. Desde su detención, el israelí evidenció una extraña conducta: maullaba y actuaba como felino. En rigor, en la propiedad donde encontraron los cadáveres convivía con decenas de gatos.

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