La reacción de los hinchas en el Monumental cuando se enteraron de la reprogramación de la Superfinal

Mientras miles de hinchas de River llenaban las tribunas del Monumental, durante el ingreso de Boca al estadio el micro del plantel recibió un ataque por parte de algunos simpatizantes y fueron afectados por el gas pimienta arrojado por la Policía.

Una vez dentro del vestuario visitante, los jugadores del equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto fueron atendidos por los médicos debido a las consecuencias que el gas y los vidrios rotos de los ventanales del vehículo provocaron en ellos.

Algunos futbolistas como Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo debieron ser retirados de la cancha y fueron llevados a la Clínica Otamendi para ser atendidos.

Mientras todo esto ocurría, los fanáticos de La Banda que se encontraban en las gradas no se enteraron de nada y aguardaron hasta las 17 para que comenzara el encuentro. Cosa que nunca ocurrió.

Recién a las 17.05 la voz del estadio emitió el comunicado oficial de la Conmebol: el partido fue postergado y se reprogramado para las 18. Esto ocasionó los primeros insultos y enojos por parte de los simpatizantes millonarios.

 Luego, el duelo se mudó a las 19.15. Y, como los futbolistas continuaban afectados y los incidentes se sucedían en las afueras del estadio, todas las partes tomaron la decisión de suspender la Superfinal.

Cerca de las 19:30 y con el cotejo aún sin haber comenzado, los altoparlantes del Antonio V. Liberti volvieron a sonar y anunciaron la suspensión oficial del encuentro y su postergación para el domingo 25 a las 17. Al escuchar la resolución, la gente de River explotó con silbidos y reclamos, reprobando la iniciativa del ente que regula el fútbol en Latinoamérica.

La institución decidió abrir las puertas del recinto para el desalojo de las personas que asistieron para esta Superfinal de Copa Libertadores. Pero los incidentes continuaron.