Sociedad
La RAE incluyó 4.074 palabras nuevas en el Diccionario 2024: dana, espóiler, indie, rapear, barista
Las ampliaciones del Diccionario son una tarea del Instituto de Lexicografía de la RAE que también ha renovado la imagen del Diccionario en internet, de manera que los contenidos aparezcan más estructurados.
La Real Academia Española, en colaboración con sus colegas de la Asociación de Academias de la Lengua Española, ha presentado esta mañana la octava actualización anual de su 23ª edición de 2016 del Diccionario de la Lengua, la última antes de su nueva entrega en 2026. Los cambios, que se podrán encontrar desde hoy en la versión digital del diccionario, han sido elaborados en diálogo con las academias de la lengua de América Latina, Filipinas y Guinea Ecuatorial. Según las representantes de la RAE en la presentación, la académica Dolores Corbella y Elena Zamora, responsable del Instituto de Lexicografía, la nueva cosecha incuye 4.074 modificaciones, aunque muchas de ellos sean enmiendas y ampliaciones técnicas más que cambios de significado y no serán relevantes para los usuarios.
En cualquier caso, lo que despierta el interés en estas actualizaciones son las nuevas entradas al Diccionario, 609 este año. Es decir, las palabras que hasta ayer no estaban en el censo del Diccionario y que retratan nuestro mundo en sus temas contemporáneos.
La nueva cosecha de la Academia incluye la palabra por la que será recordado 2024 en España: dana, que aparece definida como "acrónimo de depresión aislada de niveles altos". La palabra estaba bajo estudio desde hace dos años en la Academia, aunque su redacción era imperfecta. Los hechos de Valencia en octubre dieron un empujon a su incorporación al Diccionario, escrita en minúsculas, ya no como un acrónimo. También "gota fría" está perfeccionada en la nueva ampliación. A su lado, aparecen antiguos extranjerismos reconocibles para cualquier hablante y ahora por fin normalizados con su acento incluido: espóiler, snórkel y sérum son ejemplos atractivos a simple vista. También cayuco amplía su definición para recoger su papel en la inmigración desde África hasta España.
Otro campo de apertura es el que tiene que ver con el léxico de la tecnología y la ciencia: teletrabajar, desarrollador, driver y escalabilidad son palabras nuevas en el Diccionario. Aerotermia, micelar y atencional también llegan al Diccionario y formas complejas como "atención primaria" y "centro de salud" estrenan o modifican sus acepciones.
La sección gastronómica es otra fuente habitual de novedades. La actualización de 2024 incluye palabras ya de uso frecuente como barista, frapé, infusionar, tabulé, umami, varietal y wasabi. Tutifruti es un clásico que sólo aparece ahora en el diccionario por sugerencia de las academias americanas.
El lenguaje de la cultura también sale ampliado: script, blusero, rapear, funk, dramaturgista, musealizar, groupie e indie están ya en el Diccionario. También la palabra temporada aparece ampliada, con una acepción que se refiere a los ciclos de episodios de una serie de televisión. De la economía, destacan las nuevas palabras "chiringuito financiero" y lobbista. Y aún hay sitio para otros modismos obvios como zona cero y zona de confort junto a antiguos éxitos como "a base de bien" y semiesquina.
Las ampliaciones del Diccionario son una tarea del Instituto de Lexicografía de la RAE que también ha renovado la imagen del Diccionario en internet, de manera que los contenidos aparezcan más estructurados. La página dle.rae.es cuenta con el apoyo de la Fundación "la Caixa".
"No hay nada menos artificioso ni improvisado que el proceso por el que las palabras entran o modifican sus acepciones en el Diccionario", dijo Santiago Muñoz Machado, el director de la Real Academia Española, para explicar el trabajo que lleva a cada ampliación.El director de la RAE también aseguró que la institución no tiene miedo a incorporar extranjerismos a su Diccionario pero desmintió que haya una avalancha de formas procedentes del inglés. Los anglicismos siguen siendo una parte pequeña del Diccionario.
La también académica Dolores Corbella participó junto a Muñoz Machado en la presentación y explicó la cooperación de la RAE con las academias de América, Filipinas y Guinea Ecuatorial en la elaboración del Diccionario. Según Corbella, el futuro de a obra será panhispánico y nativo digital. De momento, la Academia Española consulta cada ampliación a sus compañeras, y recibe y considera sus sugerencias igual que atiende a las solicitudes de los ciudadanos que se dirigen a su departamento de lexicografía. Chorro, por ejemplo, aparece desde este año como ladrón, que es el uso que se le da en Argentina. Y burgao/burgado, de empleo habitual en Canarias, Andalucía, Puerto Rico y Panamá, ha cambiado su acepción por petición popular (de caracol de tierra a molusco marino), después de una investigación histórica sobre su origen.
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