Policiales
La propaganda esconde la falta de preparación
Enrique Mattiauda, subcomisario de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, fue baleado en el cuello en un operativo en un asentamiento del barrio porteño de Villa Lugano y pelea por su vida. Está internado en estado crítico, con pronóstico reservado y muy delicado.
El episodio sucedió en la madrugada del jueves durante un procedimiento en el Barrio 15 de Lugano, más conocido por Ciudad Oculta, por un caso de violencia de género. Al llegar los agentes, la víctima ya había sido trasladada en un vehículo particular al hospital con una herida de bala. Mientras los policías buscaban más información en el lugar, observaron al presunto agresor vestido con ropa deportiva, que intentó darse a la fuga por los techos, iniciando una persecución que culminó con el hallazgo de una pistola calibre 9mm en una vivienda cercana. Momentos después, los efectivos policiales fueron agredidos con piedras por los vecinos del barrio. Fue por eso que los policías solicitaron un móvil de apoyo para repeler a los atacantes.
Los compañeros del efectivo herido, lo trasladaron al Hospital Santojanni, donde debió ser operado y, horas después, se lo derivó al Hospital Italiano por la gravedad del caso. Antes del traslado, el director del establecimiento sanitario habló del estado de salud del policía. La lesión es muy importante, recibió un proyectil que cortó la arteria carótida. Ahora está alojado en partes blandas, pero fue tan relevante que generó una gran hemorragia. Su estado es muy delicado. La carótida es un vaso troncal.
Atendido el policía, se conocieron los audios de sus compañeros para pedir ayuda y avisar lo que ocurría. Las grabaciones dan cuenta de la desesperación que vivieron los uniformados que participaron del operativo, mientras trataban de refugiarse en medio de disparos y proyectiles que provenían del interior del asentamiento. Otra vez queda en evidencia, que los efectivos policiales no saben cómo actuar cuando se debe repeler un ataque, lo primero que surge es que informan a la superioridad en el medio de un gran descontrol y desconcierto. Textualmente se oye a un efectivo decir: “En el cuello, hay un arma de fuego. Personal policial, lo están trasladando al Santojanni”. “Vayan haciendo cortes de arteria, cordón sanitario. ¡Replieguen a la totalidad del personal!”, le ordenó de inmediato su colega, alertado por lo que estaba ocurriendo en Villa Lugano. Otros disparos en la secuencia impactaron en el patrullero. También se conoció un video que muestra el impactante momento en el que la víctima es baleada. En la filmación se puede ver a varios efectivos mientras buscan al sospechoso del caso de violencia de género, al que identificaron como un hombre vestido con una camiseta de Boca Juniors, todo transcurría con normalidad, hasta que se empezaron a escuchar varios disparos, y uno de ellos impactó en el cuello de Mattiauda, lo que desató el caos y un momento de máxima tensión entre sus compañeros. “¡Ambulancia del SAME, policía herido!”.
Un primer abordaje, toda situación que implique la necesidad del auxilio o participación policial, debe planearse hasta el mínimo detalle, teniendo en cuenta, donde se va a realizar el operativo, el barrio en cuestión no fue y no será amigable con la policía, con lo cual quien ordena y coordina a la policía debe tener en cuenta todas estas reacciones populares siempre amparando al delincuente, aquí por lo visto esto no pasó.
Segundo punto del abordaje, para pretender fuerzas de seguridad profesionales, hay que pagar salarios importantes, ya que hoy los salarios básicos de la policía de la Ciudad son una miseria. Para los políticos locales que hacen casi veinte años que gobiernan la Ciudad, les recomiendo que inviertan en capacitación en seguridad pública, ya que los policías son los únicos que nos cuidarán que nada nos pase caminando en la calle.
Quiera Dios que el subcomisario Enrique Mattiauda, salve su vida y que los políticos encargados de la seguridad, dejen de hablar, busquen información de primera mano. No encuestas o planillas de excel. Vayan a las comisarías y vean en la precariedad y desprotección, en la cual los efectivos trabajan a diario…
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