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La primera gira de Obama a la región

Si algo ha dejado como principal resultado la primera gira latinoamericana del presidente de los EE.UU. Barack Obama es la constatación de la relevancia selectiva que tiene la región en la agenda de la política exterior norteamericana y su reacomodamiento en un sistema internacional que se encuentra en progresivo y profundo cambio.

El presidente norteamericano pasó por Brasil, Chile y El Salvador -países a los que se les asigna una preferencia estratégica- luego de haber transcurrido más de la mitad de su mandato sin recorrer esta parte del hemisferio americano. No es la primera vez que ello ocurre en la historia, pero sí resulta contrastante con la promesa del mandatario norteamericano de "un nuevo comienzo" en las relaciones de EE.UU. con América latina.

Este relanzamiento anunciado por la administración demócrata sufrió distintas dilaciones y obstáculos internos y externos. El golpe de Estado en Honduras, los escasos avances en la apertura hacia Cuba, la postergación del nombramiento del secretario de Estado adjunto de Asuntos Hemisféricos, la controversia por las bases militares en Colombia y luego la derrota de los demócratas en las elecciones legislativas, frustraron la oportunidad de un impulso de acercamiento entre Washington y el conjunto de la región.

Obama refrendó durante esta gira el reconocimiento a los logros de las democracias y, en especial, al papel que tiene Brasil como potencia regional y en el escenario internacional, a pesar de que no dio un apoyo explícito a su ingreso como miembro permanente del Consejo de Seguridad. También se refirió a las luchas por los derechos humanos que signaron los procesos políticos de las últimas décadas y a la búsqueda de sociedades más igualitarias.

Sin embargo, la trascendencia de la gira no fue la esperada porque los ojos del presidente norteamericano estuvieron puestos en otras partes del mundo. La intervención militar en Libia y la catástrofe en Japón acapararon la atención y relegaron la problemática latinoamericana a un segundo plano en una gira presidencial sin definiciones de trascendencia.

En su primera gira por países latinoamericanos, el presidente norteamericano Barack Obama destacó la importancia creciente de la región para los EE.UU. aunque sin mayores definiciones.