La preocupación de los padres de Nahir Galarza por su huelga de hambre: “Bajó 9 kilos y está muy débil”
La condenada a perpetua por asesinar a Fernando Pastorizzo encabezó la protesta para exigir que autoricen las visitas de sus familiares a la cárcel.
Desde hace 9 días, Nahir Galarza lidera una huelga de hambre en la Unidad Penal 6 de Mujeres de Paraná para reclamar que vuelvan las visitas. Sus padres manifestaron su preocupación por la salud de la condenada a perpetua por asesinar a Fernando Pastorizzo, ya que "bajó 9 kilos", sólo ingiere agua y sufre mareos y debilidad.
Galarza, junto a otras reclusas, comenzó con la protesta el pasado lunes 27 de abril tras conocerse la postergación de las visitas en ese penal, al igual que en todas las cárceles del país, para evitar el riesgo de transmisión del COVID-19. En ese sentido, exigen que se autorice la visita de un familiar por detenida, con uso de barbijo y tomándole la temperatura antes de ingresar.
Los padres de la presa, Marcelo Galarza y Yamina Kroh, manifestaron sentirse preocupados por la salud de su hija, a quien no ven desde 54 días, sólo ingiere agua y rechaza los alimentos, como medida de reclamo. Esto comenzó a repercutir en su cuerpo: bajó casi 9 kilos, indicaron sus familiares.
“Nadie se ocupó de ella, nadie fue a verla. Ni de los organismos de derechos humanos. Es una discriminación, como si lo que pide fuera un capricho y no un derecho e hicieran la diferencia con ella”, dijeron sus padres, que consideran que la vida de Nahir está "en riesgo".
Aseguraron que el único contacto que tienen es por teléfono, en que la notaron "muy débil". “Más allá de que la asiste un médico, lo que sentimos es que nadie se ha preocupado por lo humano. Siempre fue así en la provincia de Entre Ríos. Hace dos meses que no nos vemos. Ella lleva dos años procesada sin condena firme. No puede estar más de ese tiempo detenida sin sentencia firme", agregaron en una entrevista a Infobae.
El crimen de Pastorizzo (20) ocurrió entre las 5.10 y 5.15 del viernes 29 de diciembre de 2017, cuando el joven fue encontrado en una calle de Gualeguaychú con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos tirados en el suelo.
Al declarar como testigo, Nahir dijo que había visto a su ex novio la noche anterior al crimen, aunque ante la sumatoria de indicios en su contra quedó detenida y en una segunda declaración, reconoció que lo había matado pero de manera "accidental".
El 3 de julio de 2018, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú la condenó por unanimidad a prisión perpetua por considerar que "ha quedado destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos se produjeron de manera involuntaria". Y este fallo fue confirmado en julio de 2019 por la Sala II de la Cámara de Concordia.
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