La Plata, Once, Cromañón... el cuento de la buena pipa: sólo la memoria nos ayudará
Una vez más lamentamos una tragedia. Recordar, una forma de no tropezar dos veces con la misma piedra y evitar que la historia se repita.
Por Nieves Otero
@nieves_otero
notero@diarioveloz.com
Las inundaciones dejaron un triste y doloroso saldo de 51 muertos (feroz coincidencia) en La Plata y ocho en la Ciudad, además de miles de evacuados y daminificados.
Hoy miramos la televisión y sentimos que la causa de La Plata es de todos, nos solidarizamos y sufrimos por la gente que hoy la está pasando mal. Pero, ¿qué pasará mañana cuando el agua baje, la televisión vuelva al circo mediático y la lluvia le de paso al sol? ¿Nos olvidaremos de esta semana?
Lamentablemente, en un país lleno de irregularidades, un hecho tapa al otro y pronto perdemos la memoria y los temas que en su momento nos movilizaron quedan en el olvido.
Las historias se repiten una y otra vez y nos sorprendemos, nos sentimos dolidos, pero ¿con qué necesidad tropezamos dos veces con la misma piedra?
Hace unos años lloramos por Cromañón, pero antes hubo un incendio en el boliche Kheyvis, que no sentó ningún precedente. ¿Qué murieran 17 chicos no alcanzaba para optimizar los controles y evitar futuras tragedias?
El 23 de febrero del año pasado, 51 personas que viajaban en una formación del tren Sarmiento murieron en un trágico accidente producto de una extensa cadena de corrupción, negligencia y responsabilidades. ¿No se veía venir que algo así podría pasar? ¿Acaso no había habido un accidente meses antes en Flores?
Además, si se hubiesen hecho en tiempo y forma las obras previstas ninguno de los dos accidentes hubieran pasado. Con 51 muertos en la tragedia de Once ¿Qué cambió?
Volviendo al tema de las inundaciones, no es la primera vez que la ciudad de Buenos Aires se inunda y cada vez que llueve pasa, en mayor o menor medida, lo mismo ¿qué nos sorprende?. La Plata ya se había inundado hace unos años. Lo mismo ocurrió en tantas otras provincias.
Ni hablar del hecho de que la capital provincial se inundó 10 horas después que la ciudad ¿No se pudo hacer nada en ese período para evitar semejantes consecuencias?
Entonces ¿por qué no prevenir? ¿por qué depender sólo del clima, como si de un día de picnic se tratase?
A veces siento que los gobernantes tiran de la cuerda, la tensan, la tensan y la tensan a ver hasta dónde llega y mientras, nosotros en el medio, hasta que esa cuerda se rompe y tenemos que lamentar víctimas, daños o ciudades devastadas.
Los gobernantes se abusan y se aprovechan de nuestra falta de memoria. Por eso, no nos olvidemos de la tragedia de La Plata, ni de tantas otras que sufrimos. Aprovechemos la solidaridad que surgió a partir de esto en el pueblo para mirar a largo plazo, para generar real consciencia.
Claro está que como ciudadanos no podemos encargarnos de hacer las obras de infraestructura en la ciudad, ni de los transportes, ni de tantas cosas, pero sí podemos y debemos tener memoria, sobre todo a la hora de ir a las urnas, que es la única forma de mantener vivas a las víctimas de la desidia y la negligencia y de evitar que mañana tengamos que hacer una nueva crónica contando estas historias.
Por eso, dentro de unos meses, cuando pase "la noticia" no nos olvidemos de las víctimas de La Plata.