La pasión desconocida de la Presidente
*Por Carlos Pagni. Los diputados que reformarán el Código Penal visitaron a Cristina Kirchner para hablar de derecho con una jurista calificada.
Pero después de algunos minutos dedicados a las leyes, la anfitriona los sorprendió con su otra especialidad: la decoración.
La Presidenta inventarió sus grandes obras. Recordó las felicitaciones de Dilma Rousseff por la estética del despacho y la fascinación de Bill Clinton ante la gran chimenea. No faltó el guiño ideológico: "Aquí derribé una pared de concreto de los tiempos de Videla".
La pasión por el diseño es natural en una empresaria hotelera. Aunque la Casa Rosada la desafía, en la senda de Anouska Hempel o Rossana Orlandi, con grandes volúmenes: salón de las mujeres argentinas, de los próceres latinoamericanos, museo del bicentenario, salón Eva Perón, patio Malvinas.
Cuando llegaron las visitas legislativas, en la antesala, Débora Giorgi, Julio De Vido, Guillermo Moreno y Lino Barañao esperaban ser atendidos. Cuando se fueron, seguían allí. Guardaban un estricto silencio. Ya se sabe: las reuniones de gabinete están prohibidas.
La Presidenta inventarió sus grandes obras. Recordó las felicitaciones de Dilma Rousseff por la estética del despacho y la fascinación de Bill Clinton ante la gran chimenea. No faltó el guiño ideológico: "Aquí derribé una pared de concreto de los tiempos de Videla".
La pasión por el diseño es natural en una empresaria hotelera. Aunque la Casa Rosada la desafía, en la senda de Anouska Hempel o Rossana Orlandi, con grandes volúmenes: salón de las mujeres argentinas, de los próceres latinoamericanos, museo del bicentenario, salón Eva Perón, patio Malvinas.
Cuando llegaron las visitas legislativas, en la antesala, Débora Giorgi, Julio De Vido, Guillermo Moreno y Lino Barañao esperaban ser atendidos. Cuando se fueron, seguían allí. Guardaban un estricto silencio. Ya se sabe: las reuniones de gabinete están prohibidas.