Sociedad
La pandemia de la melancolía
La Tierra dijo "basta" y nos forzó a reflexionar. Pero, ¿y el tiempo que pasa?
Pero no todo puede ser tan filosófico, y más allá de entender la magnitud de quedarnos en casa, es imposible dejar de pensar en nuestros padres, a quienes muchos no vemos desde hace más de un mes, justamente para cuidarlos.
No se puede no pensar en las charlas con mates que perdemos con amigos y amigas, en las risas que no son.
En los abuelos que no pueden ver a sus nietos, a quienes les tenemos que enviar fotos, videos y hacer videollamadas porque están perdiéndose momentos que son irrecuperables.
Amigos varados en el mundo. Algunos positivos en Covid-19 sin poder acompañarlos. Sin poder alcanzarles un vaso de agua y sabiendo que los sistema de salud europeos no son los mejores en este momento de colapso.
Duele. Cada uno de los casos mencionados duelen. Nos estrujan el alma porque ya no sabemos qué más hacer. El otro día (ya no se cuál), un periódico español aseguraba que "Los días dejaron de tener nombre y ahora sólo existe la mañana, la tarde y la noche", y si. Es así. Es una triste realidad.
Porque aunque la Tierra nos pida un respiro, el tiempo que pasa no se vuelve a recuperar. No vamos a volver a vivir el día de hoy. Lo único que nos queda es tener paciencia, esperar a que esto pase aprendiendo a ser mejores personas día a día. Intentando que nuestros padres puedan disfrutar más adelante el tiempo con sus nietos, ese tiempo que perdimos. El tiempo que nos está robando esta maldita pandemia.
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