La palabra de Dominique Metzger, la compañera de Edgardo Antoñana: "Era gruñón pero solidario"
"Era un tipazo, muy íntegro, noble, con un conocimiento poca veces visto con respecto a otros compañeros con los que me haya tocado trabajar", reveló.
Dominique Metzger, compañera del difunto periodista Edgardo Antoñana, lo recordó y brindó unas palabras a horas de la muerte del icónico conductor de TN. Es que, con el pasar de los años, ella se había convertido en un contrapunto ideal para Antoñana, manteniendo un tono más sereno y permitiéndole a él desplegar su fama de gruñón que tanto le gustaba al público.
Metzger contó cómo se enteró de la muerte de su colega y amigo : "Es un momento de mierda. El domingo estuvimos charlando cuando terminamos el programa, me quedé esperándolo porque él viajaba a la costa, y viste como somos nosotros que tenemos una relación de amistad más allá del trabajo, de ida y vuelta, con mucho cariño. De su familia me avisó la mujer, y yo a partir de ahí avisé al canal porque no tenían conocimiento y no sabían".
Además, destacó todo lo que le dejó haber trabajado a su lado: "Un tipazo, muy íntegro, noble, con un conocimiento poca veces visto con respecto a otros compañeros con los que me haya tocado trabajar. Era un tipo gruñón pero solidario, buen amigo, mantenía un aprendizaje constante, no era que él dijera 'me la sé y no me queda nada más', siempre había algo más para aprender, para escribir y para sacarle el jugo".
Metzger contó cómo se enteró de la muerte de su colega y amigo : "Es un momento de mierda. El domingo estuvimos charlando cuando terminamos el programa, me quedé esperándolo porque él viajaba a la costa, y viste como somos nosotros que tenemos una relación de amistad más allá del trabajo, de ida y vuelta, con mucho cariño. De su familia me avisó la mujer, y yo a partir de ahí avisé al canal porque no tenían conocimiento y no sabían".
Además, destacó todo lo que le dejó haber trabajado a su lado: "Un tipazo, muy íntegro, noble, con un conocimiento poca veces visto con respecto a otros compañeros con los que me haya tocado trabajar. Era un tipo gruñón pero solidario, buen amigo, mantenía un aprendizaje constante, no era que él dijera 'me la sé y no me queda nada más', siempre había algo más para aprender, para escribir y para sacarle el jugo".