La original torta de mierda
Tres chicas le prepararon a su amiga un bizcochuelo riquísimo pero con excremento humano. Ella lo probó y tuvo una fuerte descompostura. Las bromistas, fueron multadas.
Tres adolescentes de Pennsylvania tendrán que limpiar inodoros y urinales tras admitir que hicieron un bizcochuelo de cumpleaños con excremento humano, para hacerle una broma pesada a una compañera de clases.
El Daily Local News, de West Chester, afirma que las jóvenes también tendrán que recoger excremento de perro en un parque de la localidad como parte de su condena a 200 horas de servicio comunitario.
El trío, Mayra Flores, de 19 años, Ana Mireles y Sandra Ortiz, ambas de 18 años, fueron sentenciadas a 22 meses, que comenzarán con dos meses de confinamiento en el hogar, según medios locales.
Las jóvenes se declararon culpables de haber recogido excrementos en un inodoro y horneado un bizcocho para "celebrar" el cumpleaños de una compañera el 23 de marzo pasado.
La compañera de clases lo probó frente a ellas y se llevó el resto a su hogar. Allí su madre y tres hermanos lo probaron, pero no les gustó y lo echaron a la basura. Al día siguiente, la familia se dio cuenta de que los restos del postre despedían muy mal olor. Además, desarrollaron síntomas gastrointestinales, según el relato del director de la escuela a Daily Local News.
La muchacha entonces lo sacó de la basura, lo envolvió en plástico y lo llevó a la escuela para denunciar lo sucedido. Exámenes de laboratorio demostraron que contenía la peligrosa bacteria fecal E.coli.
El Daily Local News, de West Chester, afirma que las jóvenes también tendrán que recoger excremento de perro en un parque de la localidad como parte de su condena a 200 horas de servicio comunitario.
El trío, Mayra Flores, de 19 años, Ana Mireles y Sandra Ortiz, ambas de 18 años, fueron sentenciadas a 22 meses, que comenzarán con dos meses de confinamiento en el hogar, según medios locales.
Las jóvenes se declararon culpables de haber recogido excrementos en un inodoro y horneado un bizcocho para "celebrar" el cumpleaños de una compañera el 23 de marzo pasado.
La compañera de clases lo probó frente a ellas y se llevó el resto a su hogar. Allí su madre y tres hermanos lo probaron, pero no les gustó y lo echaron a la basura. Al día siguiente, la familia se dio cuenta de que los restos del postre despedían muy mal olor. Además, desarrollaron síntomas gastrointestinales, según el relato del director de la escuela a Daily Local News.
La muchacha entonces lo sacó de la basura, lo envolvió en plástico y lo llevó a la escuela para denunciar lo sucedido. Exámenes de laboratorio demostraron que contenía la peligrosa bacteria fecal E.coli.