La oposición piensa que Cristina hace oídos sordos a los reclamos
Según un grupo de consultoras, la Presidente no sólo no cambiará el rumbo de sus políticas, sino que las intensificará.
"El oficialismo debería ponerse alerta y apaciguar el descontento", sostienen las consultoras políticas según un matutino, luego de la protesta del jueves con cacerolazo incluido.
Para los analistas, lo que hace fuerte la manifestación del jueves es su espontaneidad, lo cual demostraría que es mentira ese dicho sobre que no existe opoicisión.
Tambien creen que para ellos, la presidenta debería dejar de hacer incapié en la supuesta clase acomodada de quienes protestan, aunque lo consideran difícil y están seguros que la Presidente no modificará el rumbo, sino mas bien todo lo contrario, intensificará sus políticas.
"Lo primero que debería entender el Gobierno es que no se trató de un fenómeno de las clases medias de la Capital Federal", sostiene Hugo Haime, sociologo especialista en opinión pública y agregó que se trató de un sector de la sociedad que no tiene representantes políticos que salió a las calles y que a partir de eso se registra otro fenómeno: "La horzontalidad de la comunicación através de las redes sociales".
"La marcha es el primer límite al poder de Cristina desde que fue electa y expresa una disconformidad con el giro político e ideológico, en especial con el sesgo autoritario. Pero no esperemos que el Gobierno cambie. Va a redoblar la apuesta", sostiene Rosendo Fraga.
Mariel Formoni, de la consultora Management & Fit coincide con Fraga en que la Presidente no va a dar pasos atrás: "El mensaje de la gente fue para toda la clase política pero el oficialismo reaccionó con más provocación".
Aunque para otros consultores, el reclamo no sólo apunta a Cristina, sino paara la clase política en general: "Es un reclamo a la política en su conjunto con epicentro en Cristina por el cepo al dólar, la inseguridad o el estilo en la comunicación. Es un fuerte llamado de atención para el Gobierno y para la oposición", sostiene Fabián Perechodnik de Poliarquía Consultores, quien toma a la protesta como un llamado de alerta.
Federico Aurelio, de la consultora Aresco, no sabe si esto hará crecer a la oposición de cara a las próximas elecciones: "El contexto económico era más negativo en 2009. Es difícil determinar si la gente castigará al Gobierno en 2013. Desde 2010 nadie de la oposición ha sabido canalizar el reclamo".
La falta de representatividad quedó en evidencia el jueves, según Analía del Franco, de la consultora Analogías: "Mucha gente no tiene canales de representación y por eso estalló espontáneamente. Está en contra del Gobierno, preocupada e insatisfecha".
Para los analistas, lo que hace fuerte la manifestación del jueves es su espontaneidad, lo cual demostraría que es mentira ese dicho sobre que no existe opoicisión.
Tambien creen que para ellos, la presidenta debería dejar de hacer incapié en la supuesta clase acomodada de quienes protestan, aunque lo consideran difícil y están seguros que la Presidente no modificará el rumbo, sino mas bien todo lo contrario, intensificará sus políticas.
"Lo primero que debería entender el Gobierno es que no se trató de un fenómeno de las clases medias de la Capital Federal", sostiene Hugo Haime, sociologo especialista en opinión pública y agregó que se trató de un sector de la sociedad que no tiene representantes políticos que salió a las calles y que a partir de eso se registra otro fenómeno: "La horzontalidad de la comunicación através de las redes sociales".
"La marcha es el primer límite al poder de Cristina desde que fue electa y expresa una disconformidad con el giro político e ideológico, en especial con el sesgo autoritario. Pero no esperemos que el Gobierno cambie. Va a redoblar la apuesta", sostiene Rosendo Fraga.
Mariel Formoni, de la consultora Management & Fit coincide con Fraga en que la Presidente no va a dar pasos atrás: "El mensaje de la gente fue para toda la clase política pero el oficialismo reaccionó con más provocación".
Aunque para otros consultores, el reclamo no sólo apunta a Cristina, sino paara la clase política en general: "Es un reclamo a la política en su conjunto con epicentro en Cristina por el cepo al dólar, la inseguridad o el estilo en la comunicación. Es un fuerte llamado de atención para el Gobierno y para la oposición", sostiene Fabián Perechodnik de Poliarquía Consultores, quien toma a la protesta como un llamado de alerta.
Federico Aurelio, de la consultora Aresco, no sabe si esto hará crecer a la oposición de cara a las próximas elecciones: "El contexto económico era más negativo en 2009. Es difícil determinar si la gente castigará al Gobierno en 2013. Desde 2010 nadie de la oposición ha sabido canalizar el reclamo".
La falta de representatividad quedó en evidencia el jueves, según Analía del Franco, de la consultora Analogías: "Mucha gente no tiene canales de representación y por eso estalló espontáneamente. Está en contra del Gobierno, preocupada e insatisfecha".