La nube: a guardar cada cosa en su lugar
*Por Leandro Zanoni. La cultura digital en la que estamos inmersos produce una cantidad inimaginable de datos e información.
Cada día, cientos de miles de gigabytes nuevos se generan sin pausa gracias a textos, fotos, audios y videos. Con el crecimiento exponencial de Internet y los dispositivos que se conectan, pasamos más tiempo online y necesitamos esa información en todo momento y lugar. Bajo ese concepto nació la nube. Se trata subir toda la información posible a la Web y almacenar allí, en el limbo online, nuestros archivos para usarlos y compartirlos con nuestros contactos.
En 2005, Google irrumpió en escena con su servicio Docs que permite al usuario generar, editar, guardar y compartir online textos, planillas de cálculo, presentaciones tipo PowerPoint y otras herramientas de trabajo. A cambio, Google nos retiene más tiempo online entre sus productos y vende la publicidad contextual que vemos.
La web 2.0 nació también por y gracias a la múltiple información que subimos, compartimos y archivamos online. ¿Qué son YouTube y Flickr sino gigantescos reservorios de videos y fotos? Pero almacenar nuestra información online se volvió tan común en los últimos años que "la nube" provocó el nacimiento de una docena de empresas (la mayoría nacidas en Sillicon Valley, la meca tech) que ofrecen a sus usuarios un espacio virtual para sus archivos y bajo una estética similar a la que nos acostumbramos con la computadora: carpetas, íconos, función de arrastrar, etc. Algunos de los más conocidos de estos servicios son SkyDrive (de Microsoft), Dropbox, YouSendit, Cx.com, Mozy y 4shared, entre otros. Pero hace pocas semanas Apple anunció que también daría pelea en ese sector, con su servicio bautizado iCloud. Los usuarios de la manzana podrán tener en la nube todos sus contenidos (incluidos las películas, MP3 y las aplicaciones), sincronizados al instante en todos sus productos: computadoras Mac, iPhone y iPad. La apuesta es grande: la compañía liderada por Steve Jobs le pagó casi 5 millones de dólares a una empresa sueca por el dominio icloud.com.
Casi todos estos servicios de almacenamiento son gratuitos, pero los usuarios tienen la opción pagar unos pocos dólares (de u$5 a u$20 por mes) para beneficios como mayor espacio (de 50 a 100 GB) y más seguridad, que incluye un backup automático de todos los archivos subidos. El resguerdo de la información es clave a la hora de la elección de estos servicios, ya que a ningún usuario le hace gracia perder sus archivos o que caigan en manos de hackers.
DropBox es uno de los mejores casos de éxito al respecto. Fue fundado a fines de 2007 por el dúo Drew Houston y Arash Ferdowsi mientras cursaban sus estudios en el prestigioso MIT. Ya almacena 100 mil millones de archivos de 25 millones de usuarios que suben a un ritmo escalofriante 320 millones de documentos diarios. Todo va a parar a los servidores que les alquila Amazon.com. Hace pocos meses la compañía estrella del sector, ya instalada en San Francisco, recibió inversión de los fondos Y Combinator y Sequoia Capital. El servicio ya funciona en varios idiomas, incluidos el español, alemán y japonés. Se puede usar desde una PC o Mac, pero también desde cualquier celular con Internet y tablet.
Los servidores para alojar información se vuelven, cada año, más baratos y ocupan menos espacio. El desafío de estas empresas, en un mercado muy competitivo, será agregarle valor a sus productos y servicios para seducir a un público cada vez más exigente. Y, como suele suceder en estos casos, el primer resultado ya arroja un ganador: el usuario.