La narco mansión del jefe Zacarías: para Don Pablo que lo mira por televisión
Foto exclusiva de DV, la mansión que puede pasar a manos del Estado si Luis Zacarías finalmente es procesado y condenado por narcotráfico.
Hasta hace horas, ni la jueza Servini de Cubría la tenía en el expediente. Una ley nacional le permite al Estado incautar los bienes mal habidos con dinero perteneciente al narcotráfico. Ya lo hicieron con propiedades fastuosas que tenían "Los Monos" en Rosario. Esta gente no anda con chiquitas, llegan sin escalas a lo más fastuoso que pueden conseguir y se sienten impunes. Quieren demostrar que hábil fueron habiendo salido de lugares donde trabajaban por un sueldo.
Todos quieren imitar a Pablo Escobar, aunque el colombiano tenía su veta filantrópica (el zoo que levantó en la Finca Nápoli de 300 hectáreas con animales exóticos y visitas gratuitas con meriendas incluidas para los chicos colombianos, los narcos locales lo pasan por alto).
Esta mansión que adquirió Luis Zacarías en Coronda, Santa Fe, está situada en la calle Roca sin número, y tiene la vista privilegiada de todo paraíso terrenal, sobre el Río Coronda.
¿Cuál es su precio? Un tasador inmobiliario supone que no menos de dos millones de dólares, pero habría que ver su interior para saber si los lujos aumentan el precio. Un lugar ideal para que una vez recuperado para el Estado se instale algún centro de rehabilitación de adictos, ya que tanto daño hizo esta gente a los chicos de toda la Argentina, sería bueno utilizarla a favor de ellos.
¿Cómo sigue la historia de Los Zacarías, la familia narco instalada en lo alto del poder de la cual los lectores de este portal tuvieron la primicia exclusiva de su existencia hace casi un año?
Nos remontamos unos años atrás. José Ramón "Bochi" Graneros había sido el odontólogo de Néstor Kirchner en Santa Cruz. Cuando asumió la Presidencia lo trajo a Buenos Aires, ocupó un lugar jerárquico en el PAMI pero al tiempo no se bancó a Graciela Ocaña. Se lo dijo a Néstor, le planteó que "la hormiguita" no parecía tan transparente como ella se auto adjudicaba serlo, y el Bochi le dijo que renunciaba, se volvía a Santa Cruz. La locura de las grandes ciudades no era para él. Pero Néstor le pidió que lo siga acompañando, le dio dos opciones. Una embajada vacante en esos tiempos (2006-2007) o una secretaría inútil total, la SEDRONAR. Un engendro creado por Carlos Menem supuestamente para hacer una versión tragicómica local de la DEA norteamericana.
A Graneros le entusiasmaba esa idea de hacer algo contra el tráfico de drogas. Aunque el hombre sabía de caries y tratamientos de conductos, del universo multi criminal y traicionero del mundo de las drogas no sabía ni por libros.
Esa fue la primera pregunta que le hice en su despacho de Sarmiento y Florida. Los hermanos Graneros tienen una pequeña cadena de bares con glamur literario llamado "Moliere". Le sentaba mejor ese negocio que el complejo mundo del narcotráfico. La respuesta del Bochi terminó siendo la propia ratonera en la que mordió el queso y cerró la trampera sobre su humanidad.
Rodearse de gente que sabe del asunto era la cuestión. Ellos lo asesorarían y le enseñarían cómo es el asunto de ¿combatir? al narcotráfico.
Cuando Graneros se enfrentó con Aníbal Fernández por el tema de legalización sí o no, se lo dijeron varios de buena onda: "Aníbal te come crudo, nadie como él para lucha en el barro". Pero el Secretario de la SEDRONAR se dejó llevar creyendo que sabía todo, y así le fue. Confiar en sus asesores fue como el título de aquel film: dormir con el enemigo.
Después del secuestro de una camioneta perteneciente a una banda narco la envió al taller y los chicos que le hacían chapa y pintura descubrieron droga escondida, y ahí Granero se ganó la primera causa judicial. ¿Ingenuidad? ¿Trampa caza bobos? Un poco de ambos, pero si hubiera tirado la toalla a tiempo se hubiera evitado los dolores de cabeza de hoy.
Sus asesores que iban a convertir a un odontólogo en un astuto jefe anti narcos lo llevaron a otros traspiés y a una mega causa con la cual la jueza Servini de Cubría quiere llevar hasta que no quede narco libre, y después la señora se jubilará con todos los honores.
Nos dicen que Graneros no se rendirá fácilmente. Cuando lo llamen a declarar va a contar todo sin importar quien caiga en la volteada. Si pagó el impuesto de un ingenuo tiempo completo, prefiere que le digan eso antes que cómplice de los narcos.
Algo que le susurraron y le preocupa de más: "Si la ruta de Los Zacarías y el SEDRONAR que sigue la jueza llega a conectarlos con el triple crimen de General Rodríguez, el asunto se pone más denso que nunca".
Ahí está la narco mansión de Luis Zacarías como testigo del negocio multimillonario, porque además hay campos, propiedades y muchas inversiones más producidas en pocos años merced al asunto de la efedrina y los contactos con narcos mexicanos.