La mujer de Aníbal Lotocki se quejó de las condiciones de detención del médico: “Se muere de frío”
María José Favarón habló también de la carrera universitaria que su marido está cursando en el Complejo Penitenciario N° 1 de Ezeiza, donde está recluso.
María José Favarón, esposa de Aníbal Lotocki, contó en “A la tarde” (América) cómo son los días del polémico médico en prisión, quien está recluso en el Complejo Penitenciario N° 1 de Ezeiza por el delito de lesiones graves contra cuatro mujeres: Pamela Sosa, Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis y Silvina Luna, fallecida en 2023.
“Se caga de frío”, fue lo primero que respondió Favarón cuando le preguntaron por cómo está su marido. “Aníbal es muy fuerte mentalmente, hasta te diría que capaz mucho más que yo. Ocupa mucho tiempo en estudiar, se lleva libros de la facultad al pabellón para leer. Está estudiando Sociología y también está haciendo un curso de computación. Así que se mantiene ocupado. A él le gusta mucho leer, entonces se lleva libros y se le pasa el tiempo, se le hace más llevadero”, contó.
“Yo lo voy a visitar todas las veces que puedo y me permiten. Creo que no he dejado de ir ningún día: he ido con fiebre, enferma, de todas maneras. Yo tengo visitas dos veces por semana. Y a veces tres, dependiendo de la semana, con un día especial”, respondió acerca de la frecuencia con la que lo va a ver al penal.
“Yo los he escuchado en televisión pero los pacientes se olvidan de que hay historias clínicas, que hay consentimientos médicos... Todo esto se va a dirimir donde se tiene que dirimir. Yo los escucho a todos por televisión y cada uno hace la denuncia que cree o que considera que tiene que hacer”, enfatizó a grandes rasgos acerca de quiénes denunciaron a Lotocki por sus prácticas médicas.
En otro tramo de la conversación, a María José le preguntaron si cree en la inocencia de Lotocki. “Por más de que el resto piense lo contrario, yo estoy convencida de que esto es así. Desde el primer momento en que yo lo conocí a él, desde principios de 2009 hasta hoy, siempre pensé lo mismo y sigo manteniendo lo mismo. Y más veo y más quiero a mi perro, dice el refrán. Ese es mi deseo y mi pensamiento, y sé en lo que me apoyo para pensarlo así. Sé que hay mucha gente que no lo cree así, que no lo ve así, pero esa es otra historia”, dijo.
A mediados de abril, Martina Stewart Usher, exparticipante de la edición anterior de Gran Hermano, entrevistó a la pareja de Lotocki, quien defendió a su marido ante su situación judicial. “Los jueces fallan en función no de lo que dicen las leyes, sino por presión social que es más importante que las leyes del código, o las leyes que dicen representar. Realmente sucede así”, dijo Favarón. “Las chicas que hablan del sentimiento de no poder moverse, de los dolores, de los granulomas, de sentir cemento adentro del cuerpo. ¿Todo esto son efectos secundarios o están inventando?”, le planteó Martina.
“El efecto secundario o colateral es el granuloma. Lo que pasa es que no quiero ser mala onda con esto de que no se pueden mover, porque yo veo que se mueven muy bien. Te puede doler, puede molestar el granuloma. Yo no lo tengo. Pero no estoy de acuerdo que digan cosas en televisión. Todas estas cosas no las pudieron conmensurar”, respondió la mujer. “Por A o por B, todo termina desembocando en Aníbal”, dijo.
“Un error tuvo que haber para que esto termine en todo esto...”, le retrucó Stewart Usher. “El único error que sí me parece que hay es la desinformación y la mala intención. El juez entiende que él tuvo intención de no informar en el consentimiento de que podía producir granulomas. En la jerga médica, tejido normal es granuloma y está en el consentimiento. Está explícito ahí, pero con otra palabra. Y ese es el reproche jurídico que le hacen a Aníbal”, defendió Favarón.
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