La monja que tiró la chancleta
Nadie está exento de cometer unos pecadillos, hasta las monjas católicas más devotas.
En los Estados Unidos, una monjita católica no tuvo otra que declararse culpable por haberse encanutado aproximadamente 130.000 dólares que pertenecían a un par de parroquias del estado de Nueva York.
Mary Anne Rapp, tal el nombre de la hermana, finalmente confesó el delito. Pero no fue un simple robo sino una sucesión de hurtos que duró unos cinco años. ¿Cuál fue el motivo? Resulta que a la monja le gustaba el juego y se patinó la guita en cuanto casino visitó. Probablemente sea sentenciada a 6 meses de cárcel por el "paga Dios" que se mandó.