La monja Kosaka Kumiko, imputada por abusos en el Próvolo aseguró que "no sabía nada"
La japonesa quedó detenida por abusos sexuales a menores de edad y discapacitados en Mendoza.
La monja japonesa Kosaka Kumiko fue trasladada a los tribunales mendocinos e imputada como participe primaria en los abusos sexuales, golpes y corrupción de menores de chicos sordos internados en el colegio religioso Antonio Próvolo, en Mendoza.
El abogado defensor de las víctimas, Sergio Salinas, de la ONG Xumek, explicó cuáles son las tres casos por los que quedó imputada Kumiko: "La denuncia de una joven de 17 años, que asistía al instituto y declaró que fue abusada cuando tenía 5 años y que Kumiko le colocó un pañal para detener la hemorragia que le había generado el vejamen.
El caso de otra víctima que contó que la monja la mandaba a la habitación del cura Horacio Corbacho (también detenido) y termina siendo abusada. Y, testimonios que dicen que la religiosa participó en tocamientos a nenas, les pide que se toquen entre ellas y ve pornografía junto al celador Jorge Bordón (otro detenido) en un televisor".
"Soy inocente. No sabía de los abusos. Soy una persona buena que he entregado mi vida a Dios", dijo la religiosa en su declaración testimonial. Para la Justicia hay prueba suficiente que compromete a la monja.
Su imputación es por "comisión por omisión del delito de abuso sexual con acceso carnal, en concurso ideal, con abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser el autor encargado de la guarda, y por ser cometido contra un menor de 18 años de edad aprovechando la situación de convivencia con el mismo".