La moda del "Slow food": contra la comida chatarra y a favor de no estresarse
El movimiento surgió hace más de 20 años pero en la actualidad está en pleno auge: propone una vida más tranquila y natural donde cada persona controle su tiempo y no al revés.
Frente al auge de la comida rápida, la vida acelerada y las costumbres alimenticias poco saludables surgió el movimiento llamado slow food: a favor de las buenas costumbres y alimentos de estación poco alterados, frescos que se produzcan en el lugar en donde se consumen.
La idea, en realidad, surgió en 1986 en Roma, Italia gracias al periodista Carlos Petrini, quien ya en esa época advertía sobre las consecuencias de alimentarse con comida chatarra. Hoy día se ha transformado en una nueva filosofía de vida que le pone freno a la hiperactividad.
El movimiento implica, además, medidas a favor de la ecología y el medio ambiente, ya que recomiendan adquirir alimentos de productores locales, alimentos poco procesados y en respeto por la diversidad.
En medio de una vida alocada corriendo siempre contrarreloj y desconectados de la naturaleza, el slow food propone una vida teniendo como eje la salud, las relaciones familiares, la comunicación, y sobre todo a vivir sin tanto apuro.
Sostiene que cada persona tiene el derecho de controlar su tiempo y no que el tiempo controle a la persona, de este modo cualquiera puede frenar, disfrutar, saborear y gozar en otras.
¿Te imaginás una vida más al estilo Slowfood?
La idea, en realidad, surgió en 1986 en Roma, Italia gracias al periodista Carlos Petrini, quien ya en esa época advertía sobre las consecuencias de alimentarse con comida chatarra. Hoy día se ha transformado en una nueva filosofía de vida que le pone freno a la hiperactividad.
El movimiento implica, además, medidas a favor de la ecología y el medio ambiente, ya que recomiendan adquirir alimentos de productores locales, alimentos poco procesados y en respeto por la diversidad.
En medio de una vida alocada corriendo siempre contrarreloj y desconectados de la naturaleza, el slow food propone una vida teniendo como eje la salud, las relaciones familiares, la comunicación, y sobre todo a vivir sin tanto apuro.
Sostiene que cada persona tiene el derecho de controlar su tiempo y no que el tiempo controle a la persona, de este modo cualquiera puede frenar, disfrutar, saborear y gozar en otras.
¿Te imaginás una vida más al estilo Slowfood?