La mentira de Alberto Nisman: le dijo a su ex que volvía de Europa por su mamá
El fiscal le había dicho a Sandra Arroyo Salgado que volvía a Buenos Aires porque su mamá estaba grave de salud.
Tres días antes de denunciar a la Presidenta, el fiscal Alberto Nisman decidió ocultarle a su familia el verdadero motivo de su regreso a Buenos Aires.
Estaba en Madrid con su hija mayor, Iara. Su ex mujer, la jueza Sandra Arroyo Salgado, estaba en Barcelona con la más chica, Kala. Hablaron por teléfono y él le dijo que tenía que regresar antes de lo previsto porque a su madre la operaban del codo, según la declaración testimonial que brindó Arroyo Salgado ante la fiscal que investiga la muerte de Nisman, que la nacion reconstruyó de fuentes judiciales.
Tras escuchar este testimonio, la fiscal Viviana Fein citó a la madre de Nisman, Sara Garfunkel, que le informó que la operación había sido previa al regreso de su hijo.
Por qué Nisman no le dijo la verdad a su ex mujer es otro de los misterios de este caso. La relación entre ellos, separados desde hacía más de tres años, era tormentosa. En los tribunales nadie arriesga una respuesta definitiva. ¿Fue para protegerla? ¿O temía que la información de lo que iba a hacer se filtrara y esto conspirara contra sus planes?
Arroyo Salgado, de carrera judicial como su ex marido, es la titular del Juzgado Federal de San Isidro. Anteayer, en el sepelio de Nisman, descartó la posibilidad de que él se hubiera suicidado y dijo que iba a pelear para que se conociera la verdad. Disconforme con decisiones tomadas en la causa, se enfrentó con la fiscal, hizo suspender medidas y pidió revisar todos los peritajes que se ordenaran.
Aquella última conversación en España terminó mal, con una pelea muy fuerte. Según informaron fuentes que conocieron la versión de Arroyo Salgado, ella contó que supo que su ex marido regresaba a la Argentina, y que pretendía traerse con él a su hija mayor, horas antes de que saliera el avión.
Se enteró de que él no cumpliría el cronograma acordado (seguir viaje con Iara y encontrarse los cuatro en París el 19 de enero) por una conversación que mantuvieron a la distancia sus hijas vía Snapchat, el sistema de chateo preferido por los adolescentes. La mayor le contó a la menor que algo estaba pasando. Finalmente, Arroyo habló con su ex marido.
Nisman tenía comprados ya los pasajes de él y de su hija desde el 31 de diciembre, aunque Arroyo Salgado no lo sabía.
Planeaba volver con ella una semana a Buenos Aires, presentar su denuncia y estar de regreso en París, el 19, cumpliendo con lo acordado con su ex mujer. Tan decidido estaba a traerse a la adolescente que las valijas de ella llegaron a despacharse rumbo a Ezeiza, informaron fuentes con acceso a la causa. Pero Arroyo Salgado se opuso. No quería que se llevara a su hija. Resolvieron finalmente que ella viajaría desde Barcelona para recogerla en Madrid.
Fue entonces cuando la adolescente se quedó sola, aguardando a su madre en el VIP de Iberia del aeropuerto de Barajas. Ésta fue la espera por la que Cristina Kirchner criticó públicamente a Nisman. Cómo conoció la Presidenta esta interna familiar es también un misterio.
Hoy se sabe que Nisman había llegado a Europa con su hija mayor para celebrar su cumpleaños de 15. Estuvieron solos en Londres y en Amsterdam, y de allí iban a ir a esquiar a Andorra, antes de dirigirse a París, desde donde el fiscal tomaría su vuelo a la Argentina.
Cuando Nisman le dijo a su ex mujer que volvía por la operación de su madre, Arroyo Salgado desconfió. Chequeó la versión de la operación con su ex suegra y con su ex cuñada, la hermana de Nisman, y confirmó que el motivo alegado para el regreso no era el verdadero, según relató a la nacion un hombre de la Justicia que habló con ella después de la muerte de su ex marido.
Nisman había resuelto adelantar su regreso para presentar cuanto antes la denuncia contra la Presidenta en la que venía trabajando desde hacía años. No se conocen hasta ahora relatos de testigos a los que él les haya dicho, sin vueltas, qué lo hizo apurar su presentación.