La mansión de fin de semana de José López en Tigre vale U$S 680 mil
La propiedad fue tasada por orden del juez Rafecas que investiga al ex funcionario por enriquecimiento ilícito.
Es que la lujosa casa, situada en Belgrano 1018 en la localidad de Dique Luján perteneciente partido de Tigre, se erige como el escenario en el que estaba López en las vísperas a su viaje a General Rodríguez y su postrero arresto, por lo que en seguida atrajo la atención de la Justicia.
Sin embargo, su importancia sería de un nivel superlativo para entender el origen del desmesurado incremento patrimonial del ex secretario de Obras Públicas, pues podría ser el punto de conexión en el que él confluye con sus dos presuntos testaferros: Andrés Galera y Ramón Gutiérrez.
Galera, quien era el propietario nominal de la vivienda hasta 2010, era uno de los hombres de confianza de López. Es señalado por miembros de la cámara de construcción como uno de los "lobbistas" a la hora de la repartición de licitaciones de obras públicas, área que manejó López entre 2003 y 2015.
Por su parte, Gutiérrez, dueño del grupo Farallón, era el encargado de buena parte de la construcción de viviendas del plan Procrear, negocio al que llegó a través de una de las licitaciones otorgadas por López. Más conocido como el "Negro", adquirió la vivienda de Dique Luján en 2010, pero desde entonces "nunca abonó un peso", según el arquitecto Federico Curcio, cuenta Infobae.
"Estos vínculos permiten sospechar que Galera y Gutiérrez eran los propietarios aparentes de la casa de Dique Luján. Es que el 5 de julio se secuestraron documentos que contenían el plan de reformas de gran magnitud realizado por Curcio. La paradoja, es que los inquilinos encararon una reforma digna de un propietario. López es el verdadero dueño", afirmó el fiscal Federico Delgado.
En cuanto a la discriminación del valor de la casa, el terreno fue tasado en 300.000 dólares, el metro cuadrado construido se valuó en 1200 dólares por lo que la casa fue valorizada en 360.000 dólares. La pileta y otras mejoras sumaron otros 20.000 dólares que conforman la cifra total.
En los tribunales sospechan que el alquiler que pagaba López era simulado, porque en realidad la casa era suya, pero como no podía ponerla a su nombre porque no la podía justificar, aparecieron los testaferros.