La manosearon en la calle, buscó salvarse en una estación de subte y otro hombre se masturbó frente a ella
Le ocurrió a Débora, una joven de 26 años, que sufrió el acoso callejero en dos oportunidades en pocos minutos.
Un par de horas antes había ido a la casa de una amiga, en French y Austria, Barrio Norte. Caminó por Austria con sentido hacia Avenida Santa Fe con el objetivo de tomar el colectivo de la línea 68 o de la 152. El que pasara primero. Llegando hacia la avenida, una moto subió a la vereda. Débora Garay, de 26 años, frenó sus pasos. La moto se detuvo. Ella quedó paralizada.
"Pensé que me iba a robar", dijo a Infobae. Pero fue peor: la arrinconó contra la pared -casco mediante para que no se viera su rostro- y comenzó a manosearla. "Duró unos segundos, pero fue horrible. Me tocó y se fue. Comencé a llorar, tenía mucha impotencia. Me quedé parada en la esquina sin saber qué hacer. Saqué el celular de la cartera y le escribí a mi hermana lo sucedido por WhatsApp", explicó la estudiante de Medicina.
Llegó de Salto, provincia de Buenos Aires, hace seis años para estudiar en la Universidad de Buenos Aires. "Vivo con mi hermana y el año que viene llega otra, más chica, que también viene a estudiar. En ese momento pensé en ellas, en que podría ocurrirles lo mismo que a mí. Quería esconderme en cualquier lugar, tenía mucho miedo de que volviese a aparecer", confesó.
La boca de subte fue su escape perfecto. Débora pensó que el "tragame tierra" encontraba sentido. Eran las 23:15 y en la estación Agüero, de la línea D de subtes, no había nadie. En el andén de enfrente sí había un hombre, con una mochila en mano, que no paraba de mirarla.
"Al tipo no le importó nada. Le quité la mirada porque estaba muy angustiada, solo miraba las vías, esperando que llegara el subte. También tenía un poco de miedo por si, en una de esas, el hombre de la moto volvía a aparecer. Cuando regresé la mirada lo vi con su pene fuera del pantalón, mirándome fijo a los ojos. No lo podía creer", sostuvo la joven.
La charla de WhatsApp con su hermana seguía abierta. "Con la cámara del chat comencé a sacarle fotos, para que se fuera. Por un momento pensé que podía cruzar la vía, pero también supe que el subte estaba por venir. A él parecía gustarle que yo lo filmara, porque se tocaba más. En un momento se paró, se fue contra la pared y volvió a hacerlo. Mientras, sonreía...", explicó.
"Podés creer que después de lo que me pasó, sucede esto", le envió a su hermana. "Lo increíble es que siguió haciéndolo, porque es un enfermo. No quise salir del subte por miedo a que me siguiera. Me subí al primero que vino y volví a casa", dijo Débora.
Tardó más de una semana en subir todo el material a su cuenta de Facebook, Allí también explicó lo que le sucedió. "No quería hacerlo porque pensé que no iba a servir, pero no imaginé que iba a tener tanta repercusión."
"Me reconforta saber que ayuda a que otras mujeres estén atentas. A las pocas horas que lo publiqué, me contactó una chica que se llama Milagros para decirme que este tipo la siguió y ella pudo entrar a la casa. Me pidió las fotos e hizo la denuncia en la Fiscalía n° 11. Mañana voy yo a realizarla también", relató.