La mala racha de los Mazza-Gravier
La modelo y Alejandro Gravier, pareja emblemática del mundo de jet set, y sobre todo, de Punta del Este no están disfrutando de un feliz verano. Un negocio inmobiliario con problemas judiciales, demandas del CEO de Baring BROS, de su ex socio Pacha Cantón y hasta le hicieron un piquete en su mansión charrúa. Nada más alejado a una temporada exitosa.
Son una familia de ensueño. Hijos hermosos, mansiones, ropa de primer nivel y vida al estilo monárquico. Pero como dice el refrán, no todo lo que brilla es oro. Los Mazza-Gravier no están pasando su mejor momento en el Este ya que los negocios de Alejandro se desmoronan cada día más.
De todos los problemas con la justicia que ha tenido que enfrentar el esposo de Valeria, entre los que se destacan la evasión de impuestos, las deudas con la AFIP y ARBA, la compra y el giro de dólares al exterior y las sospechosas licitaciones vinculadas a compras de edificio del Estado a muy bajo costo, el que más le preocupa es uno que apareció hace tres años en Uruguay y se relaciona con la venta de hectáreas de Viñas del Este, un espacio top de la zona de La Barra.
Por esta razón, Gravier está enfrentando juicios civiles por estafas y daños y perjuicios y por esto, la impecable imagen de su esposa está en peligro. Quien lo acusa es nada menos, que el billonario, Eric Sturdza, un príncipe rumano dueño del total de las acciones del Banco Baring Brothers.
El problema comenzó en el 2007 cuando Sturdza le giró, en sucesivos pagos, un total de 3, 2 millones de euros para construir una mansión en el exclusivo Viñas del Este. Pero la finca nunca se construyó. La que sí se termino de edificar es la Finca Valeria, casa de verano de los Mazza- Gravier.
Al mismo tiempo, comenzaron los primeros enojos de Cantón ya que Gravier no se preocupo activamente de vender más campos después del gran negocio que había hecho con el rumano del cual Pacha no vio un solo billete.
El problema entre Sturdza, Cantón y Gravier no fue difundido por los medios de comunicación ya que la modelo utilizó su diplomacia para persuadir al billonario que tronaba por el engaño de Gravier. Igualmente, la demanda sigue en pie. Además, Gravier debió enfrentarse a su socio, Cantón, quien se sintió decepcionado por su amigo a quien también decidió hacerle juicio por daños y perjuicios.
Al parecer, a raíz de la demanda, Mazza y su esposo debieron poner como garantía su propia finca, además de asumir el compromiso en devolver el capital total con intereses y pagar los gastos en el juicio por daños. Aún no han llegado a un acuerdo. Pero los problemas judiciales de la pareja no terminan ahí. Gravier no sólo se enfrenta con millonarios y amigos sino también con peones y empleados. Su casero le inició una demanda por mentir en su nombre.
Por esto el trabajador, al que le debían meses de sueldo, se peleó con sus patrones por manchar su nombre y le inició un juicio laboral por despido. Y se apiqueto por seis meses en la propiedad de Gravier.
Un verano inolvidable para la familia Ingalls del mundo del modelaje.