La madre de Gustavo Cerati contó cómo fueron los últimos días del músico
Lilian Clark habló de su hijo y dio a conocer una carta que le envió el Papa Francisco.
Ya pasaron cuatro meses de la muerte de Gustavo Cerati, quien estuvo cuatro años en coma por un ACV. Su madre, Lilian Clark, reveló cómo fueron los últimos días del músico.
"Su muerte fue inesperada. En el fondo estaba el temor, pero yo lo veía bien. Una enfermera que lo quería mucho un día me dijo que ya no tenía dónde ponerle las inyecciones. Eso me impactó", recordó en diálogo con Nosotros al Mediodía.
Sobre cómo lo encontró la muerte a su hijo, contó: "Estaba hermoso como siempre, con su rostro fresco y cabello abundante. Cuando yo llegaba le decía: 'Hola, Gustavito', le agarraba fuerte la mano y él me agarraba fuerte la mía. Tenía algunas acciones que me daban esperanza. Yo miraba monitores, no soy tonta, ellos no mienten. Los monitores, cuando él se excitaba por algo, subían las pulsaciones. Yo veía todo eso, una parte de él estaba".
En cuanto al cariño de los fanáticos, dijo: "Lo que fueron esas personas ahí afuera, llorando y esperando. Yo me debía a ellos, porque Gustavo trabajaba para la gente. Ése es el papel que me tocó. Gustavo tenía unos fans maravillosos".
Por último, mostró una carta que le escribió el papa Francisco, a quien le pidió que rezara por su hijo. La carta dice: "Querida señora: en estas semanas la tuve muy presente y recé por usted y por su hijo. Que el señor la sostenga y a él le conceda la paz más profunda. Y por favor, no se olvida de rezar por mí, por lo que necesito. Que Jesús la bendiga y la Virgen la cuida. Cordialmente, Francisco".
"Su muerte fue inesperada. En el fondo estaba el temor, pero yo lo veía bien. Una enfermera que lo quería mucho un día me dijo que ya no tenía dónde ponerle las inyecciones. Eso me impactó", recordó en diálogo con Nosotros al Mediodía.
Sobre cómo lo encontró la muerte a su hijo, contó: "Estaba hermoso como siempre, con su rostro fresco y cabello abundante. Cuando yo llegaba le decía: 'Hola, Gustavito', le agarraba fuerte la mano y él me agarraba fuerte la mía. Tenía algunas acciones que me daban esperanza. Yo miraba monitores, no soy tonta, ellos no mienten. Los monitores, cuando él se excitaba por algo, subían las pulsaciones. Yo veía todo eso, una parte de él estaba".
En cuanto al cariño de los fanáticos, dijo: "Lo que fueron esas personas ahí afuera, llorando y esperando. Yo me debía a ellos, porque Gustavo trabajaba para la gente. Ése es el papel que me tocó. Gustavo tenía unos fans maravillosos".
Por último, mostró una carta que le escribió el papa Francisco, a quien le pidió que rezara por su hijo. La carta dice: "Querida señora: en estas semanas la tuve muy presente y recé por usted y por su hijo. Que el señor la sostenga y a él le conceda la paz más profunda. Y por favor, no se olvida de rezar por mí, por lo que necesito. Que Jesús la bendiga y la Virgen la cuida. Cordialmente, Francisco".