La ley de Medios salva hoy la derrota electoral del domingo
El Frente para la Victoria sufrió un duro revés el domingo pasado, pero en 48 horas revirtió la imagen al ganar "la madre de todas las batallas".
Alguna vez calificada como "la madre de todas las batallas", el trámite judicial para impulsar la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se convirtió en la guerra más importante y duradera que mantuvo el Gobierno Nacional con uno de sus enemigos más acérrimos: el Grupo Clarín.
Atrás quedó el conflicto con el campo y la batalla contra la corporación judicial, los otros adversarios del Gobierno, con varios matices y diferencias. Sin embargo, la gran obsesión de Cristina Kirchner y todo su equipo era poner en marcha la ley de medios y así empezar a socavar el gran poder que tiene el Grupo Clarín.
Hoy, a cuatro años y 19 días de la sanción de la norma (que fue el 10 de octubre de 2009) la Corte Suprema de Justicia, que fue amada y odiada por este Gobierno, definió darle un guiño al proyecto kirchnerista y determinó la constitucionalidad de los artículos 45 y 161 de la norma, que habían quedado "congelados" por las diversas presentaciones judiciales de Clarín.
El domingo pasado había sido muy complicado para el kirchnerismo. Un delfín de Néstor (Sergio Massa) le había sacado doce puntos al candidato de Cristina (Martín Insaurralde) en el territorio donde se ganan las elecciones, la provincia de Buenos Aires. Además se reafirmó la tendencia opositora en los centros más importantes del país: Capital, Córdoba, Santa Fe y Mendoza le dieron la espalda al proyecto "Nacional y Popular".
Con una Cristina ausente por el reposo posoperatorio, el bunker "K" quiso opacar la derrota al establecer el lema "seguimos siendo la primera fuerza nacional". Y aunque en los números es cierto, el golpe electoral se sintió.
Sin embargo, nadie hubiera imaginado que a tan solo 48 horas de la derrota la Corte Suprema se convertiría en la salvación kirchnerista. Seis votos a favor y una sola disidencia, la de Carlos Fayt, fueron suficientes para que el Gobierno fuera "salvado" por este fallo.
¿Cambiará en algo el ánimo de la gente por esta batalla ganada? Aunque las urnas hayan hablado, el kirchnerismo ganó su guerra, y lo que más preocupa es que olvide el mensaje de domingo y se vuelva a enceguecer en su carrera por el "vamos por todo".