La lesión de Agüero puede ser la solución que esperaba Sabella
El desgarro del delantero puede provocar el cambio necesario que le de cierto equilibrio al equipo en la recta final del campeonato.
Llegó en el momento justo. Suena contradictorio decir esto de una lesión, pero es así. Sólo un loco puede dudar de las capacidades y habilidades futbolísticas de Sergio Agüero, pero lo cierto es que hoy estaba muy lejos de poder ayudar al equipo.
El 5-3-2 murió antes de nacer. La prueba fallida ante Bosnia aniquiló rápidamente el sistema preferido del DT, tanto por el flojo rendimiento colectivo como por un pedido explícito de los jugadores de adoptar una nueva táctica. Una más ofensiva.
Ahí irrumpió en escena el archiconocido 4-3-3, que tantas alegrías dio tanto en los amistosos como en las eliminatorias. Sin embargo, también fracasó.
Tanto fue así, que luego del sufrido triunfo de ayer ante Nigeria, un grupo de jugadores, con un referente a la cabeza, fue a cuestionarle al entrenador la forma de juego. El mensaje fue claro: o algo cambia, o la Copa no vendrá a la Argentina.
La modificación en el planteo es tan previsible como necesaria. Argentina es un equipo partido: inconsistente en defensa, y Messi dependiente en ataque. Así, imposible pelearle a las potencias. Siempre fue frágil en el fondo, pero compensaba con una ofensiva veloz, vertiginosa y casi infalible, características que se fueron perdiendo tras la desgastante y extensa temporada europea.
Por eso, el 4-4-2 se imponía, con el suficiente equilibrio para que Mascherano sea un compelemento del mediocampo y no un correcaminos salvador, y para que el ataque pueda fluir con espontaneidad y apoyo masivo.
La pregunta era lógica: ¿a quién sacar? A Messi ni hace falta nombrarlo; Di María cumple una función clave a la hora de abrir la cancha, y un goleador de la talla de Higuaín nunca debe salir.
El nombre que queda de los "4 Fantásticos" es Agüero, alguien que, en condiciones normales, es imposible de sacar, no sólo por lo futbolístico, sino también por la importancia que tiene para Messi su presencia, con todo lo que eso significa.
Por eso, la lesión del Kun ayuda. La delantera se pierde un excelente atacante, sí, pero podrá ganar en equilibrio, algo que pide a gritos el equipo si, realmente, aspira a traer la Copa.