La larga espera del subte B
Antes de septiembre se inaugurarán las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas en el barrio de Villa Urquiza. La primer fecha tentativa de inauguración había sido en 2003, pero por peleas políticas se retrasó una década.
Por Pablo Riggio
@Pabloriggio
Hoy se dio a conocer una nota en el diario Clarín donde se asegura que desde fines de este mes y hasta mediados de agosto el Gobierno porteño inaugurará cinco estaciones de subte: Hospitales (línea H), San José de Flores y San Pedrito (línea A), y Echeverría y Juan Manuel de Rosas (línea B).
Es en esta última línea del subterráneo donde me quiero detener. Mucho se ha hablado en los últimos años, principalmente entre los que somos vecinos de Villa Urquiza, sobre los motivos que retrasan la inauguración de las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas.
Negligencia, dificultades económicas, falta de adaptación eléctrica de las nuevas formaciones, entre otras, fueron las excusas que se plantearon los vecinos frente a la larga espera. Sin embargo, más allá de algunas dificultades técnicas, lo que tiñó este conflicto siempre fueron cuestiones políticas.
En 1998 la empresa Subterráneos de Buenos Aires S.E. (SBASE) anunciaba que en 2001 finalizaría la construcción de las estaciones Tronador y Los Incas (se terminaron dos años más tarde), y que las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas tendrían una tentativa fecha de inauguración para el 2003. Diez años después de esa potencial fecha de apertura, las últimas dos estaciones están terminadas, las bocas de entrada relucientes en la calle, pero todavía no están en funcionamiento.
La primera vez que se habló sobre la existencia de las paradas Echeverría y Juan Manuel de Rosas, el Jefe de Gobierno porteño era Fernando de la Rúa. Después de su mandato pasaron Enrique Olivera, Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y Mauricio Macri. Uno a uno, ellos fueron posponiendo la extensión de la línea B que les facilitarían el traslado al centro a los vecinos de Villa Urquiza y alrededores.
En 2007, ya bajo la conducción del actual Jefe de Gobierno porteño, se mostraron algunas deficiencias en la construcción. No se habían licitado las colas de maniobras de la red. Se trata de las cocheras del subte, que en este caso son indispensables. ¿Pero no son muchos seis años de espera?
Es en este momento en el que empiezan a jugar las decisiones políticas: Macri comenzó estas nuevas obras recién en 2009, para poder terminarlas e inaugurar las estaciones cerca del 2011, año de las siguientes elecciones presidenciales, aunque no lo hizo.
Según SBASE (que fue vaciada este año por el Gobierno de la Ciudad), las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas fueron inauguradas "en tiempo y forma". Desde la secretaría de prensa de SBASE aseguraron, en su momento, que: "No podemos poner en funcionamiento las estaciones porque Metrovías S.A., concesionaria del servicio, decidió quitar 100 coches de la red alegando falta de mantenimiento. De esta manera nos vemos imposibilitados de inaugurar las nuevas estaciones ya que la gran masa de gente que se sumaría a toda la red, la haría colapsar". Ahora, ¿Fue esto realmente lo que sucedió, o había otros intereses detrás de este acontecimiento?
Una vez terminada la compra y adaptación de las formaciones, comenzó el gran problema de este asunto: la disputa entre el Gobierno de la Ciudad y el de la Nación.
Lo que sucedía detrás de este conflicto, era que la concesionaria cobra un canon adicional por contrato por cada estación que se inaugura (por personal, mantenimiento y servicios) y ni el Gobierno Nacional ni el de la Ciudad querían hacerse cargo de los costos adicionales. El subte parecía ser una suerte de pelota que nadie quería agarrar. La extensión de la línea de subte tiene un costo que antes era cubierto por la Nación; y la Ciudad no podía, o no quería, cubrir.
Sin embargo, el 13 de noviembre Macri anunció que se haría cargo del subte, y aseguró que el servicio tendrá una "lenta mejoría".
Ahora, anuncian que dentro de unos meses se inaugurarán las polémicas estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas. Parece que, de una vez por todas, esta historia llegará a su fin. El Gobierno de la Ciudad se hizo cargo del transporte subterráneo y decidió abrir dos estaciones que están terminadas hace tiempo. Serán inauguradas, casualmente, justo antes de las próximas elecciones legislativas.