La Justicia española demora la decisión sobre la situación procesal de los pilotos argentinos

La Justicia de España debe definir en las próximas horas la situación procesal de los hermanos Juliá y Gonzalo Miret, quienes fueron arrestados el pasado 2 de enero en el aeropuerto de Barcelona, cuando intentaban ingresar 900 kilos de cocaína en un lujoso avión ejecutivo.

Quien manejaba la aeronave, una Challenger 604 con matrícula estadounidense, era por Eduardo Juliá, hijo de José Juliá, quien había sido jefe de las Fuerzas Armadas durante el gobierno de Carlos Menem. Gastón Miret oficiaba de copiloto. El tercer arrestado, Gustavo Juliá, es el principal accionista de la empresa Jet Medical, que supuestamente operaba el avión.

Actualmente, los detenidos se encuentran alojados en una sede policial catalana, a la espera de un eventual traslado a una prisión. En tanto, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) hizo un requerimiento judicial para que se investigue la eventual relación de este caso con los narcos mexicanos y, particularmente, con la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia, detenida por contrabando el diciembre pasado.

Ocurre que, según reveló el diario La Nación, los pilotos Eduardo Juliá, Gustavo Juliá y Gastón Miret habrían llevado a Santa Cruz de la Sierra, en un vuelo similar al que llegó a Barcelona con 944 kilos de cocaína, a la mujer de un proveedor de cocaína de la banda integrada por Sanclemente y a otras personas vinculadas con esa causa.

Por eso, una de las hipótesis que se maneja en la investigación a cargo del juez Marcelo Aguinsky, indica que modelos como la colombiana antes mencionada servían de "mulas" para transportar la droga a Europa, vía México.