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La joven que mató a sus dos hijos en Tucumán estuvo seis horas junto a los cuerpos

Después de cometer los crimenes, la mujer intentó quitarse la vida.

La localidad de San José de la Cocha, ubicada a 120 kilómetros al sur de la capital de Tucumán, está todavía conmocionada por el asesinato de un bebé de siete meses y una nena de tres años en manos de su madre, quien luego de cometer el crimen intentó quitarse la vida.

Todo comenzó el martes por la tarde cuando María José Álvarez (20) comenzó a gritar de manera desesperada desde el techo de la casona antigua donde residía con sus hijos, alertando a un grupo de personas que llamaron a las autoridades.

La Policía y los bomberos voluntarios trataron de convencerla que no se tirara, pero la joven desoyó los pedidos y saltó desde un poco más de cuatro metros sufriendo lesiones en sus piernas que obligaron a que sea trasladada al hospital Padilla de la capital tucumana con custodia policial y en condición de detenida por el doble filicidio.

Inmediatamente la policía se encontró con que dentro de la casa de la joven estaban los cuerpos de sus dos pequeños hijos, Máximo y Nicole. En el día de ayer el fiscal Miguel Varela comenzó a indagar a los allegados de la presunta asesina, que orientaron a los investigadores a conocer escalofriantes detalles de la tarde del crimen.

María Ester Álvarez, tía de la acusada, fue quien en primer lugar orientó a los pesquisas a descifrar en qué horario Álvarez acabó con la vida de sus hijos. "A la mañana fue a ver los chiquitos mi hijo de nueve años, como lo hacía todos los días. Pero esta vez María José no lo dejó entrar. Le dijo que Nicole estaba con fiebre y que no podía salir", indicó.

Ese dato coincide con el informe preliminar de la autopsia que se les practicó a los pequeños, que indica que los menores murieron asfixiados (probablemente con una almohada sobre su rostro) unas siete horas antes de que fueran revisados por el médico policial. De esta manera, la joven habría estado seis horas encerrada con los cuerpos antes de subirse al techo.

El segundo dato que aportó la tía a los investigadores, según informa el diario La Gaceta tiene que ver con el estado de ánimo de la joven. Ella fue quien reveló que su sobrina mantenía una relación con un hombre casado y padre de tres hijos y sugirió que la joven estaba alterada emocionalmente. "Aparentemente con él andaba con problemas serios de pareja. Ella se quería juntar con el tipo, pero sabía que no iba a poder por su estado civil. De ahí que por ese drama puede que se haya trastornado", opinó.

Mariano Gómez, padre de Máximo (de sólo siete meses) reveló que él había tenido el pasado viernes una discusión con su ex pareja: "El viernes ella lo dejó al chiquito en la casa de su madre y desapareció. A la noche tuve que ir a retirarlo de ahí porque lloraba mucho y su abuela no sabía qué hacer", explicó y agregó que ella fue a retirar al pequeño de su casa al otro día. "Le entregué al chiquito antes de dejar una constancia en la comisaría sobre lo que había ocurrido", apuntó.

"Estaba esperando que pasen los feriados para reclamar la tenencia", contó también. "Es que las condiciones de la vivienda en que vivían eran muy precarias y me preocupó su actitud de comenzar a abandonarlo. Además estaban alejados de un centro asistencial ante cualquier necesidad de atención médica de la criatura", sostuvo. "Era una mujer obsesiva. No paraba hasta lograr lo que quería. Y lo que siempre exigía era dinero nomás, sin importarle si yo tenía o no para comer".

Si bien la joven fue trasladada al centro de salud en principio por una fractura de cadera y de tobillo y estaba fuera de peligro, el cuadro resultó más serio y probablemente deberá ser sometida a una serie de intervenciones quirúrgicas. El fiscal de la causa solicitó una prórroga para poder imputarle el delito, lo que se concretará hoy cuando un equipo de la fiscalía se presente en el hospital para interrogarla.