La invisibilización de las villas y el coronavirus: los gobiernos se lavan las manos
El mensaje del Estado es salvar a la mayor cantidad de seres humanos de esta pandemia. Repiten el mensaje: quédate en tu casa y lávate las manos frecuentemente. ¿Cómo hacerlo si hace días no hay agua potable?
Las barriadas populares de la Argentina atraviesan su peor momento desde el inicio de la pandemia. A los problemas estructurales de hacinamiento y acceso a derechos se sumó el crecimiento exponencial de casos positivos de coronavirus y la falta de agua potable. Ya tenemos la primera muerte: una mujer de 84 años, habitante de la Villa 31, falleció tras infectarse con el Covid-19. Mientras todos discuten el bochorno de las prisiones domiciliarias y cómo reactivar la economía me pregunto: ¿los gobiernos se van a seguir lavando las manos con la emergencia de las villas?
La invisibilización de las villas demuestra la falta de criterio a la hora de elegir las prioridades. El mensaje del Estado es salvar a la mayor cantidad de seres humanos de esta pandemia. Repiten y repiten noche y día el mensaje de quédate en tu casa y lávate las manos frecuentemente. ¿Cómo hacerlo si hace días no hay agua potable? En cualquier país del mundo con criterio lógico un caso como el de la Villa 31 debe ser solucionado en horas. En nuestro país lo que vemos es como los políticos se tiran la culpa unos a otros pero no resuelven el problema.
La imposibilidad de hacer la cuarentena en casas hacinadas, la falta de agua para cocinar y asearse, la falta de trabajo debe ser tenida en cuenta para declarar a los habitantes de los barrios populares dentro del grupo factor de riesgo. El Estado debe garantizar darle las condiciones en su lugar y además ofrecer traslado a centros preparados para la pandemia.
El Estado y los sistemas sanitarios “se lavaron las manos” con la situación que se vive en las villas de nuestro país. “Lavate las manos y quédate en casa”: eso que los habitantes de las villas quisieran pero el Estado no se lo garantiza.
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