La insólita defensa del Partido Obrero al hombre que disparó con un arma "tumbera" frente al Congreso
A pesar de las claras imágenes que se viralizaron, para la izquierda existe una "criminalización" contra el ex precandidato a diputado por Santa Fe.
El militante de izquierda Sebastián Rodrigo Romero se convirtió en la síntesis de la violencia que fue creciendo este lunes durante las protestas contra la reforma previsional. Las imágenes registradas por las cámaras de televisión y luego viralizadas por las redes lo muestran infraganti disparando en reiteradas oportunidades contra la policía con un arma tumbera.
Romero, quien fuera precandidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda en Santa Fe, quedó registrado atacando con el mortero y fue identificado. En consecuencia, el juez federal Sergio Torres ordenó detenerlo, aunque por el momento el agresor permanece prófugo.
A pesar de las elocuentes imágenes, desde la izquierda salieron a defender a su militante y consideraron que hay una "persecución" contra Romero. En un insólito comunicado del Comité Ejecutivo del Partido Obrero, se intenta victimizar al agresor.
Para la izquierda, el pedido de detención contra Romero se trata de una "operación burda" para "presentarlo como un violento". En ese sentido, desde la prensa Obrera indican que existe un "ensañamiento" contra el ex precandidato e insisten: "Rechazamos la criminalización de Sebastián Romero y de todos los luchadores". "Luchadores" que también quedaron registrados junto a él, algunos con sus rostros cubiertos, arrojando una lluvia de piedras contra la policía.
Por otro lado, también buscan minimizar el daño que Romero buscó cometer con el arma tumbera que preparó para atacar durante las protestas del lunes: "Se valen de una fotografía en la que se lo ve lanzando un fuego de artificio de venta libre, apuntado a 45 grados".
Romero, de 32 años, vive en Rosario y trabajó en General Motors en la ciudad santafesina. En la automotriz, se acercó a los representantes gremiales que no tenían vínculo con SMATA y llegó a ser delegado interno. Así forjó sus primeros pasos como activista.