DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

La inquietante historia de "El Polígono", el gigantesco campo de pruebas nucleares

Las radioactividad hizo estragos en los habitantes, luego de que la Unión Soviética detonara más de 500 bombas nucleares.

"El Polígono" de Kazajistán es un lugar con un pasado aterrador: allí se llegó a detonar un promedio de 10 bombas atómicas por año entre 1949 y 1989. Y las consecuencias nucleares se sienten hasta hoy y afectaron a miles de personas que sufren enfermedades y deformaciones físicas.

En plena Guerra Fría fue la principal instalación de experimentos atómicos de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la mayor del mundo. El gobierno de la URSS detonó allí 456 artefactos nucleares

Situado en la estepa kazaja de Asia Central, "El Polígono" -cuyo nombre oficial era Sitio de Pruebas de Semipalátinsk- era tan grande como Bélgica o el estado de Maryland, en EE.UU.

La zona fue elegida por su geografía, por su relativa cercanía a Moscú en comparación con Siberia y, porque según el temido director de la policía secreta y más tarde jefe del proyecto soviético para la bomba atómica, Lavrenti Beria, era un lugar prácticamente deshabitado. Lo cierto es que cuando se escogió el lugar en 1947, en sus alrededores vivían cerca de 700.000 personas.

Karipbek Kuyukov fue una de las víctimas de aquellas pruebas.

"Nací sin brazos. Mi madre se quedó en shock, fue muy difícil para ella. No fue capaz de mirarme en tres días", le cuenta a la BBC. Nacido en 1968, Kuyukov es hijo de una pareja de pastores nómadas que fue evacuada por el ejército soviético horas antes del lanzamiento de una de las tantas bombas nucleares.

"Los médicos le dijeron a mi madre que si no quería quedarse conmigo me podían inyectar algo para acabar con mi sufrimiento, y con el suyo", explica. Sin embargo, su padre se negó.

"Me dio el regalo de la vida. Creo que desde entonces mi misión en la Tierra es asegurarme de que soy una de las últimas víctimas de la historia de las pruebas nucleares", añade.

"Impacto crónico" de la radiación

Aparte de la recesión económica, los problemas de salud continuaron tras el cese de las pruebas nucleares. El Instituto de Medicina Radioactiva y Ecología de Kazajistán estima que entre 1949-1962 una población de entre 500.000 y un millón de habitantes estuvo expuesta a la radiación.

Hoy en día, investigadores como el doctor Talgat Muldagaliev siguen estudiando los efectos de la contaminación radiactiva.

"Lo que pasó en 'El Polígono' es diferente a otras catástrofes radiactivas como Chernóbil o Hiroshima", le explica a BBC Mundo. "Mientras que allí sólo hubo una explosión, aquí en Kazajistán la gente estuvo expuesta durante mucho tiempo al impacto crónico de la radiación".

Muldagaliev se refiere al hecho de que, mientras que en Chernóbil e Hiroshima sólo se produjo un estallido, en Semipalátinsk hubo centenares de detonaciones nucleares.

En otras partes del mundo

"El Polígono" no es la única región del planeta afectada por los ensayos nucleares. Y es que durante la Guerra Fría la propia URSS, Estados Unidos, Francia y Reino Unido llevaron a cabo experimentos para probar la eficacia y los efectos de la tecnología nuclear en otras partes del mundo.

A pesar de que la mayoría de los tests fueron desarrollados en atolones, muchos de ellos deshabitados, el Sitio de Pruebas de Nevada, ubicado a unos 105 kilómetros al noroeste de la ciudad estadounidense de Las Vegas, fue el campo de ensayos atómicos más grande de Norteamérica.

En una superficie de unos 3.500 kilómetros cuadrados, el ejército de EE.UU. realizó 928 pruebas nucleares entre 1951 y 1992, de las cuales más de 800 tuvieron lugar bajo tierra. Teniendo en cuenta que en numerosas ocasiones las nubes provocadas por las bombas nucleares pudieron contemplarse a más de 150 kilómetros de distancia, en la "Ciudad del Pecado" las detonaciones se convirtieron en un espectáculo mediático.

Sin embargo, en ciudades como St. Georg (Utah) sus habitantes comenzaron a sufrir los efectos de la radiación arrastrada por el viento. Según las autoridades sanitarias, los casos de leucemia, cáncer de tiroides, de seno, melanomas y tumores cerebrales aumentaron considerablemente entre las décadas de 1950 y 1980.

(Fuente BBC)