La inocencia se presume, a Lucía no la mataron
En Mar del Plata se está llevando adelante un nuevo juicio que investiga la muerte de Lucía Pérez, una adolescente que murió como consecuencia de una sobredosis al ingerir voluntariamente cocaína. La familia sostiene que la drogaron y que abusaron de ella. En el primer juicio quedó claro que nada de esto pasó.
La tragedia de Lucía Pérez es una de las de tantas adolescentes que suceden como consecuencia del consumo de drogas duras. El nuevo juicio es técnico y objetivo, igual al anterior.
A pedido de los defensores, declararon los tres profesionales que participaron de la Junta Médica de la Suprema Corte de Justicia. Los tres lo hicieron simultáneamente y coincidieron en que la causa más probable de la muerte fue la asfixia por el consumo de cocaína, aunque nunca pudo determinarse la dosis de esta sustancia en el organismo de la menor.
También explicaron que no se detectaron otras drogas, excepto cannabis. Sin embargo, aclararon que las moléculas de esta planta se metabolizan de otra manera y el consumo pudo haber sido incluso anterior a las 72 horas. La asfixia tóxica generó un edema pulmonar y una falla cardíaca. Si bien no descartaron que haya habido una lesión sexual, sostuvieron que la probabilidad era baja. Cabrera y Tinto, además, precisaron que las relaciones sexuales entre Pérez y el principal sospechoso, Farías, se dieron entre 15 y 30 minutos antes de su muerte. También declaró el perito del Ministerio Público Fiscal de Lomas de Zamora, Adalberto Bonvicini, quien describió según su análisis la relación sexual entre Farías y Pérez como “brusca”. Aclaró lo que durante la investigación había dicho como “forzada”: corrigió y aseguró que por las evidencias “fue brusca, no forzada” y minimizó las chances de que haya sido contra la voluntad de Lucía.
Los testimonios que les señalo y que están desarrollándose en el marco de un juicio oral, el ámbito donde se dirimen las muertes violentas. Pero como siempre, los intereses políticos y personales de por medio tratan de instalar algo que no sucedió. A la joven Lucia no la mataron, se murió. De no mediar ninguna circunstancia anormal, se repetirá el fallo anterior y se condenará el suministro de drogas. Pero el homicidio agravado por “femicidio” no existió. Así lo dijeron claramente los médicos que hicieron la autopsia y que ven estos casos todos los días. A Lucia no la mataron, se MURIÓ por consumo indebido de drogas duras.
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