La increíble confesión de Patricia Sosa
La cantante se presenta en el Luna Park por primera vez en sus cuarenta años de carrera e hizo una sorprendente declaración sobre su vida íntima y musical.
"Siempre fui muy sensible, pero antes no se podía ser sensible. Tenía que hacerme respetar. Ahora es otro momento externo e interno. Ahora tengo el compromiso espiritual de cantar. Tengo un gozo terrible. Ensayo y se me pone la piel de gallina", confiesa Sosa en la edición de hoy de diario "Clarín".
Al ser consultada porque nunca en cuarenta años de carrera se presentó en el Luna Park, Patricia aseguró: "Lo desechábamos por una cuestión burocrática. Había que empezar con tiempo los papeles y siempre nos acordábamos tarde. El plus que tiene es que te da la escenografía de una cancha.
Y luego agregó: "Pienso hacer un DVD de este show, es un lugar maravilloso para que se vea multitudinario. Pero no puedo quejarme. Yo canté en el estadio de Tallin, en Estonia, en plena Perestroika. En medio de 60 mil personas, había un cartel que decía "Valentín Alsina". Nunca me voy a olvidar de eso, o del Satori Hall de Tokio".
Para finalizar, la cantante habló de su relación con la comunidad Toba en el "Impenetrable" chaqueño donde colabora fervientemente y lanzó una sorpresiva confesión sobre su intimidad en su faceta de música: "Tengo el alma heavy metal. Ya me di cuenta. No permito que penetre en mi aura nada que me haga flaquear. Después sí, cuando vuelvo de allá, lloro una semana seguida. Pero sino, no sirvo. Tengo que levantar al caído, no caerme con él. Estoy ahí porque puedo".