La Iglesia aprobó un documento sobre la familia con una apertura a los divorciados
Luego de tres semanas de debate, se aprobó un documento final que da un paso hacia la integración de los divorciados.
En una votación muy ajustada, los participantes del Sínodo de la familia aprobaron por mayoría de dos tercios los 94 puntos de su documento final, que abre la puerta a estudiar los casos de los divorciados que se volvieron a casar.
Los 265 padres sinodales, los cardenales y obispos aprobaron que los divorciados y casados en segundas nupcias "no sólo no tienen que sentirse excomulgados, sino que pueden vivir y madurar como miembros vivos de la Iglesia sintiéndola como una madre que les acoge".
Aseguran que, para la comunidad cristiana, "hacerse cargo de estas personas no es una debilidad de la propia fe o de la indisolubilidad del matrimonio, sino que así la Iglesia expresa su caridad".
Además, se estudiaran los casos y otras circunstancias como el comportamiento hacia los hijos durante el divorcio, como así también si tuvieron intentos de reconciliación, la situación del otro cónyuge y las consecuencias de la nueva relación para el resto de la familia.
También, el documento añade que "el coloquio con el sacerdote, en foro interno (en confesión), sirve a la formación de un juicio correcto de lo que obstaculiza la posibilidad de una plena participación en la vida de la Iglesia (del divorciado) y sobre los pasos para favorecerla y hacerla crecer".
El texto pide que la Iglesia dé apoyo a las parejas, jóvenes y adolescentes en el tema de la "sexualidad, al considerar que "la familia, aunque es el lugar pedagógico principal, no puede ser el único lugar en el que se aborde la educación sexual".