La historia secreta de la caída de Nakazato
Fue un mes y dos días de investigación. Desde el arranque la sospecha fue que Oscar Nakazato era dos cosas: ludópata y estafador.
Nakazato había desaparecido el 5 de diciembre cuando tenía como misión el pago de 140 mil pesos por trofeos para 1600 chicos de la Liga Infantil de fútbol de Villa Tessei.
Desde ese día, su celular jamás volvió a activarse. Declararon todos. Declaró su mujer Mónica Acosta, declararon sus compañeros de la liga y empezaron a surgir las dudas.Así las cosas, los fiscales Claudio Oviedo, y Cecilia Korpfield, no dejaron de investigar.
A los 15 días, llegó un dato. Habían visto a Nakazato en un casino de Rosario, pero la pista se cayó.
En las últimas horas, al parecer quebrado por la desaparición que su propia esposa, publicaba en su cuenta de facebook, por su ausencia, Nakazato no agauntó más y decidió llamarla.
"Me despido", le dijo. Todas las comunicaciones estaban intervenidas. La mujer le contó el llamado a la policía y decidieron usarla como anzuelo.
Entonces, Mónica fue al encuentro de él, en Retiro. Apenas se encontraron, Nakazato, quedó detenido.
Sólo alcanzó a decirle a su mujer: "me la gasté en bingos y en pensiones. Me quería ir". No se fue. De ahí lo llevaron a la DDI de Morón.
Los fiscales lo van a indagar por estafa. Los 140 mil pesos que se había llevado para los trofeos, nunca más aparecieron.