La historia paranormal de Graciela Alfano con Marcela Tauro: ¿espíritu maligno?
La periodista dio a conocer la anécdota más oscura que forma parte de su libro sobre la espiritualidad y la farándula.
Es una historia real, llamativa y fascinante. Cuenta Marcela Tauro que su época de cronista de la Revista Caras viajó con Graciela Alfano y el fotógrafo Pablo Guinberg para realizar una producción especial en tierras mexicanas.
En el legendario Chichén Itzá, la periodista y la modelo quisieron hacer unas fotos en los templos milenarios, hasta que un guardia los interrumpió.
"Apareció uno de los cuidadores de toda la zona arqueológica y nos impidió seguir con las fotos porque estaba prohibido hacer producciones con modelos -relata Tauro-. Graciela trató de convencerlo pero no hubo caso. Tuvimos que retirarnos. Graciela le indicó a Pablo que le deje el lugar del conductor porque ella quería manejar", remarcó Tauro.
Luego, agregó: "El cuidador que nos había echado pasó en bicicleta dirigiéndose al pueblo vecino, frente a las ruinas. Graciela aceleró a fondo y no tomó la ruta, se desvió y siguió al ciclista a toda velocidad. Sinceramente no sé cuál era su intención, pero lo que recuerdo a la perfección era que Pablo manoteaba el volante como podía para alejar el auto de la bicicleta. En medio del caos le gritó: '¿Qué hacés? ¿Estás loca?' Graciela lloraba. Pablo hizo una maniobra y logró que el auto se detuviera. Los tres quedamos en shock y siempre me quedó la duda de si el fotógrafo no tomaba el volante, Graciela hubiera sido capaz de atropellar a semejante velocidad al pobre hombre".
Pero el relato no termina ahí. "En medio de la ruta y quizás como respuesta a lo que podía haber llegado a pasar con la locura de Graciela, un buitre chocó contra el parabrisas del auto y lo destrozó. Pablo sufrió algunos cortes pequeños", concluyó la panelista de Intrusos.
Algunos dicen que las coincidencias no existen...
En el legendario Chichén Itzá, la periodista y la modelo quisieron hacer unas fotos en los templos milenarios, hasta que un guardia los interrumpió.
"Apareció uno de los cuidadores de toda la zona arqueológica y nos impidió seguir con las fotos porque estaba prohibido hacer producciones con modelos -relata Tauro-. Graciela trató de convencerlo pero no hubo caso. Tuvimos que retirarnos. Graciela le indicó a Pablo que le deje el lugar del conductor porque ella quería manejar", remarcó Tauro.
Luego, agregó: "El cuidador que nos había echado pasó en bicicleta dirigiéndose al pueblo vecino, frente a las ruinas. Graciela aceleró a fondo y no tomó la ruta, se desvió y siguió al ciclista a toda velocidad. Sinceramente no sé cuál era su intención, pero lo que recuerdo a la perfección era que Pablo manoteaba el volante como podía para alejar el auto de la bicicleta. En medio del caos le gritó: '¿Qué hacés? ¿Estás loca?' Graciela lloraba. Pablo hizo una maniobra y logró que el auto se detuviera. Los tres quedamos en shock y siempre me quedó la duda de si el fotógrafo no tomaba el volante, Graciela hubiera sido capaz de atropellar a semejante velocidad al pobre hombre".
Pero el relato no termina ahí. "En medio de la ruta y quizás como respuesta a lo que podía haber llegado a pasar con la locura de Graciela, un buitre chocó contra el parabrisas del auto y lo destrozó. Pablo sufrió algunos cortes pequeños", concluyó la panelista de Intrusos.
Algunos dicen que las coincidencias no existen...