La historia desconocida de la doctora Polo, la conductora del programa "Caso Cerrado"
Conocé la intimidad de la mediática abogada, conductora del exitoso talk show Caso Cerrado.
Es que su programa de televisión, Caso Cerrado, producido por la cadena Telemundo, Ana María Polo, es un suceso en toda Latinoamérica. La cubana radicada en Estados Unidos tiene mucho más para mostrar. ¿Quién es realmente Ana María Polo?.
Nació en Cuba en 1959, aunque su infancia transcurrió en Puerto Rico, país al que su familia emigró. Allí estudió en el Perpetuo Socorro, claustros en los que comenzó a gestar cierta rebeldía ante las imposiciones, y también a cultivar su fe religiosa. Pero el viaje familiar no concluiría en la tierra boricua. El destino final de los Polo sería Miami. Fue frente a las playas de La Florida, donde descubrió sus dos vocaciones: el arte y el Derecho.
Polo fue una asidua visitante a su programa en carácter de abogada experta. Sus dotes para la actuación la llevaron a pisar algunos escenarios. Godspell y Showboat son algunos de los títulos teatrales en los que participó. Su amor por el canto es tal que integró algunas agrupaciones vocales, entre ellas el coro Jubilee, lo que le permitió mostrar su talento ante el Papa Pablo Vl, en el mismísimo Vaticano.
En el plano académico, egresó de la Universidad de La Florida, donde obtuvo su licenciatura en Ciencias Políticas y un doctorado en Leyes en la Universidad de Miami, ciudad en la que ejerció por más de veinte años antes de llegar a los sets de la televisión.
Exilios y pérdidas
No todo fue color de rosa en su vida. Para llegar adonde llegó no solo tuvo que sortear obstáculos laborales sino algunas tragedias personales como la pérdida de un hijo. A los 19 años, y desoyendo a su familia, la letrada se casó con un hombre diez años mayor que ella. Fruto de esa relación llegó el embarazo, pero la gestación se interrumpió de forma natural lo que sumió a la joven en una profunda tristeza y principio de depresión. Por esas cosas del destino, ese matrimonio naufragó y aún hoy busca encontrar el amor de su vida.
Cuenta con un hijo del corazón, pero su relación con él no es buena. Este distanciamiento es motivo de lágrimas cotidianas. "No se puede tener todo en la vida", explicó en una entrevista a un medio latino. Esas marcas de los afectos se suman a las heridas no cicatrizadas de su paso por Puerto Rico, donde su familia no fue bien recibida. Alguna vez declaró que su origen cubano era motivo de burlas, discriminación y agresión social, a tal punto que debía ir al colegio con custodia.
Salud quebrantada
En 2003, un cáncer arremetió con bastante crudeza. "Al principio fue una tragedia. Hoy lo miro como una bendición. Me veo como una sobreviviente de la vida", confesó alguna vez sobre este episodio que no ocultó, sino muy por el contrario, proclamó públicamente y hasta se animó a exhibirlo en toda su inclemencia: en uno de los episodios de Caso Cerrado corrió su blusa para mostrar las marcas de la mutilación.
Lleva una vida moderada, sin excesos, aunque confesó alguna cirugía en su rostro "para reparar las secuelas del cáncer", se excusó. Cuando no graba su programa, amanece temprano, desayuna café, pasea a sus perros y se dedica a responder los cientos de mails que recibe a diario.
Meditar y escribir canciones ocupan buena parte de sus horas libres. Las obras caritativas son uno de sus grandes placeres. Se cuida en las comidas aunque no se priva del sushi ni de los platos cubanos que son su debilidad. "Si dormís ocho horas por día, no tienes que operarte la cara", se sincera.
Lo que toca, lo convierte en oro
Parece ser que todo lo que toca Ana María Polo se convierte en oro. La conductora ha sido premiada por su labor en televisión y por difundir la lucha contra el cáncer. Suele asistir a charlas y eventos de organizaciones especializadas, otra manera de estar cerca de su público y brindar un servicio. Vive pensando en nuevos proyectos, pero por ahora tiene mucho más para dar desde el estrado de su show para los millones de televidentes que se estimulan ante su contundente Caso Cerrado.
(Fuente La Nación)