La historia de amor de Maxi Oliva y Vanesa Rivero que nació en "Cuestión de Peso"
El primer ganador del reality, que murió este sábado, conoció a su pareja en el programa y juntos tuvieron a Valentina.
"Mi marido está pesando más de 270 kilos. Cada día que pasa no sé si me despierto y lo encuentro vivo o muerto a mi lado. Tiene serios problemas para respirar y no puede manejarse solo para nada. Yo lo ayudo en todo, que alguien nos ayude. No quiero que mi hija se quede sin padre".
El texto corresponde a una publicación en Facebook en 2013 de Vanesa Anabel Rivera. Allí hace referencia a su pareja, Maximiliano Oliva, el primer ganador de Cuestión de Peso que murió este sábado a los 34 años, con un peso cercano a los 500 kilos. Pero ese no fue el único pedido de auxilio: estos mensajes se repitieron tantas veces como las idas y vueltas en su relación.
Maxi se anotó en la primera edición del exitoso reality -que por aquel entonces se emitía por El Trece- con 215 kilos. Vanesa, por su parte, participaba de una sección que se llamaba "cinco kilos rebeldes", ya que no padecía de un caso serio de obesidad. Allí se conocieron y le dieron vida a una historia de amor.
El joven había tenido "varias novias" en Cuestión de Peso, según contaron a Teleshow realizadores del programa. Pero cuando empezó a salir con Vanesa todo cambió: vivieron juntos las instancias que llevaron a Maxi a ganar el reality, en el mejor momento de su recuperación.
"Maxi vino al programa con su familia y se enamoró de Vanesa en la Clínica de Cuestión de Peso. Él era el galán y líder absolito, el más carismático. Y ella se enamoró perdidamente", reveló José Núñez, actual productor general de Jotax, y primer productor del programa.
Rápidamente se fueron a vivir a la casa de él en lomas del Mirador, partido de La Matanza. En la parte de adelante montaron un negocio -una fiambrería y dispensa- que atendía Maxi. Con la llegada de su hija, Valentina, su vida cambió para siempre.
A pesar de que Maxi había bajado cien kilos durante su participación en la primera temporada del programa, tuvo muchas recaídas. En 2010 pesaba 250 kilos y denunció al equipo de Alberto Cormillot por abandono de persona, pero luego la retiró, pidiendo disculpas. Cuando regresó al ciclo, en 2017 y con más de 400 kilos, hubo que romper una pared para sacarlo de su casa.
La relación entre Maxi y Vanesa tuvo sus idas y vueltas. Las peleas y los distanciamientos -durante los que él tuvo otras relaciones cortas- también formaron parte de su historia. Pero Maxi siempre terminaba volviendo con la madre de su hija, con quien siguió hasta el final.
A pesar de todo, ella nunca dejó de gritar al mundo lo difícil que era poder sostenerlo con vida, y como escribió en su cuenta de la red social, aclamaba auxilio porque no sabía si al despertar, su compañero estaría vivo o no.
"Estuvo a su lado en cada momento, todo el tiempo. Ya sea más flaco, más gordo, postrado, de pie: en todo siempre estuvo ahí. Hizo todo por él. Le puso un negocio para que trabaje allí y ella también salía a trabajar para hacerse cargo de todo lo que significaba su tratamiento", recordó uno de los históricos productores del programa.
El mayor problema de su tratamiento estaba referido a la imposibilidad de realizarle una cirugía bariátrica, con un by pass gástrico. Pero Maxi nunca pudo bajar los kilos necesarios para llevarlo a un quirófano con menor riesgo quirúrgico. En los habituales llamados de urgencia a los servicios de emergencia de La Matanza los paramédicos no podían trasladarlo, le daban oxígeno y esperaban a estabilizarlo mínimamente. En el último tiempo su insuficiencia renal y respiratoria era muy grave.
Después de la muerte de Ana, la madre de Maxi, su padre, Carlos, acompañaba a Vanesa en los tramos más complicados del tratamiento. Pero para el ex Cuestión de Peso la pérdida fue muy grande y significó un bajón emocional muy importante.
"Muchas personas piensan que el matrimonio es color de rosa. Y esta es la realidad... Vivir con la persona que amás no es lo que todos piensan que es. No es levantarse temprano en la mañana para hacer el desayuno y comer juntos. No es acurrucarse en la cama juntos hasta que los dos se duerman tranquilamente todas las noches. No es una casa limpia y comida recién hecha todos los días", escribió Vanesa en una publicación en Facebook, junto a una imagen en la que se la puede ver abrazada a Maxi.
"Vivir con la persona que amás es discutir por cosas simples como a quién se le olvidó sacar la basura, dormirse en el sofá porque el día los ha dejado agotados, es discutir por temas financieros, es alguien que te quita las cobijas y te despertás por el frío, es pensar si has tomado la decisión correcta frecuentemente... Pero a pesar de todo, cada día esperás a esa persona con ansias o llegás a casa todo los días para encontrarte con la misma persona que sabés que te ama y se preocupa por vos", escribió.
Pese a su lucha, la obesidad terminó acabando con su vida: Maxi murió este sábado al mediodía en su casa, a los 34 años, pesando casi 500 kilos y siendo asistido por un respirador. Vanesa y Valentina lo lloran, como tantos familiares de las víctimas de una de las enfermedades más crueles, juzgadas y silenciadas.