La historia clínica de Diego Maradona: médicos sospechados por mala praxis y nombres falsos

Germán "Pampa" Mónaco

Periodista

Ariel Gómez nació el 15 de febrero de 1960, va rumbo a los 61 años y es del signo de acuario. Diego Armando Maradona también nació en el 60 pero el 30 de octubre, escorpiano de ley. Salvo el año en que ambos llegaron al mundo nada parecen tener en común estos hombres. ¿O sí?

La realidad es que Gómez y Maradona, Maradona y Gómez son el uno para el otro, la misma persona, por lo menos según los documentos exclusivos a los que accedió InfoVeloz.

Ariel Gómez es el nombre que figura en la historia clínica del mejor jugador de todos los tiempos, la identidad que eligió el astro y que rubricó con una firma y dando conformidad del hecho una de sus hijas, Gianinna Maradona.

"Yo Diego Armando Maradona, CI 83..., nacido el 30/10/1960, he sido informado por el Director Médico de la Clínica Olivos que al internarme en la institución nombrada para ser operado de un drenaje de hematoma subdural, mis datos médicos deberán registrarse en la Historia Clínica bajo mi nombre y apellido conforme constan en mi documento nacional de identidad. A los fines de resguardar el motivo de mi internación, y por una decisión estrictamente personal, le solicito al nombrado Director Médico que todo documento médico y/o administrativo que sea labrado con motivo de mi internación sea registrado bajo el seudónimo de Ariel Gómez, con fecha de nacimiento 15/02/1960.” 



Así empieza la historia de los 8 días en lo que “el 10” permaneció internado en la Clínica Olivos para someterse a la intervención quirúrgica por ese hematoma en su cabeza, operación criticada por expertos por el hecho de si era necesaria o no.

Lo que siguió al ingreso fue el consentimiento para la internación y la operación que también firmo Gianinna, tal como muestra el escrito, que también lleva el sello y firma de una médica clínica del lugar. 

Maradona fue internado el 3 de noviembre del año pasado, 4 días después de su última presencia en una cancha, cuando el día de su cumpleaños toco el césped del estadio de Gimnasia.

La operación, que fue “un éxito”, según su neurocirujano Leopoldo Luque, comenzó a las 17 horas del 5 de noviembre con la “apertura de piel” como se consigna en la documentación y terminó quince minutos después con el “cierre de piel” y la colocación de una vía central subclavia derecha. 

A esto le siguieron un batallón de estudios y cuidados que quedaron detallados en las más de 200 páginas que tiene la historia clínica que hoy está en poder de la justicia.

Electrocardiogramas, controles de balance hídrico, glucemia, insulina son algunos de los análisis y muestras realizadas a Diego en su estadía en la clínica.

En la gran mayoría de las más de 200 páginas de la historia clínica, aparece un resumen del paciente Maradona/Gómez: “paciente masculino de 60 años con antecedentes de sobre peso, cirugía de bypass gástrico, anemia crónica”, entre otras afecciones en el gastado cuerpo del 10.

También son nombrados los hoy investigados Cosachov y Luque, médico y psiquiatra, por ejemplo cuando en el apéndice EVOLUCION aclaran: “En acuerdo con médico de cabecera, la psiquiatra de cabecera del paciente se inicia tratamiento para cuadro de abstinencia, dada la falta de colaboración del paciente y el riesgo que implica se inicia tratamiento con drogas endovenosas…” 

En su internación también hubo dudas que debieron disipar, sobre todo tratándose de la posibilidad de contagio de COVID-19 por algunos síntomas que padecía Maradona, por lo que por esos días también lo hisoparon y su resultado fue negativo. “No detectable” se puede leer en otro de los documentos exclusivos de Infoveloz. 

El 11 de noviembre llegó el momento de la externación. El afiliado 1111111111111 tal cual se lee en toda la historia clínica, está “listo” para seguir el tratamiento en su casa.

“Evolucionó con agresividad y confusión que los médicos tratantes (Psiquiatra Agustina Cosachov) interpretaron como abstinencia y se lo trato según protocolo con contención, drogas endovenosas…”

Maradona no quería seguir internado y para controlar su adicción lo mejor era hacer un seguimiento pero fuera de la clínica: este es el punto donde se decide que sería la casa de Tigre el lugar en cuestión. “En reunión con familiares, médicos de cabecera y representantes de SMG, se decidió continuar con tratamiento específico de rehabilitación en su domicilio, con apoyo logístico de la prepaga”, y continua con el detalle del tratamiento farmacológico que seguiría, con una enorme cantidad de medicamentos.

Lo que siguió es conocido por todos hasta por Ariel Gómez, que seguramente también llora al 10.