La guillotina deportiva: el infierno de Independiente, el patético Boca de Bianchi y Pizzi en la cuerda floja
El fin de semana deportivo dejó errores groseros de los jugadores, técnicos y árbitros. Pusimos bajo la lupa a todos los protagonistas. Entrá y sumanos tus quejas.
Por Luciano Fryszberg
@Luchofry
La guillotina deportiva es una columna sobre lo que dejó el fin de semana deportivo poniendo bajo la lupa los errores más groseros de los jugadores, técnicos y árbitros. Además, todos los detalles de las pequeñas pastillas que nos dan vergüenza de nuestro fútbol. Obviamente, en estas líneas, no queremos que ninguno de los protagonistas se sienta ofendido ya que es un juego de palabras el que hacemos. Cómo diría un gran relator deportivo: "A jugar!!!... Con la guillotina''.
El fuego del infierno ya está tocando el verde césped del estadio Libertadores de América del querido y glorioso Independiente de Avellaneda. Américo Gallego quiso seguir pero los dirigentes le pidieron que renuncie. El equipo no juega absolutamente a nada, pero el ''Tolo'' no es el responsable de los goles insólitos que se pierden sus jugadores. El conjunto que preside Javier Cantero tiene como espejo a River Plate. ¿El próximo entrenador será del riñón del club al igual que hizo Passarella con J.J. López? Pobre Rojo... Guillotina para el pobre ''Tolo'' y todo su plantel que está a pocas fechas de tirar un poco de su historia al diablo...
El Boca de Bianchi es patético. No zafa ninguno del plantel. Claro está que sí fuese otro entrenador, los hinchas ya hubiesen pedido su cabeza. Juega peor que el conjunto de Julio Falcioni. El sábado se comió una tremenda paliza (6-1) frente a San Martín de San Juan, equipo que puede irse al descenso. Los hinchas ''Xeneizes'' deberían preocuparse. Todos los equipos que se fueron a la ''B'' empezaron así. Bianchi y sus planteos se van a la guillotina.
En San Lorenzo los ánimos están más que caldeados. El entrenador Juan Antonio Pizzi no encuentra respuestas a lo mal que juega su equipo. ¿Goles? ¿Qué era eso? Sus delanteros no están a la altura de jugar en un club tan grande como lo es el de Boedo. Si los rivales directos ganan el Cuervo vuelve a luchar por el descenso. Según cuentan allegados a los dirigentes de peso, Pizzi tiene dos partidos más para cambiar las cosas. Nombres ya hay para sucederlo.